La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha sido contundente este viernes con la situación política que se vive en Catalunya, con miles de investigados y con representantes electos encarcelados y en el exilio, pero ha dicho que no impulsarán ningún acto político en la conmemoración del 17-A. "Tengo la prisión asumida", ha denunciado hoy en una entrevista en el programa El Matí de Catalunya Ràdio, "mis predecesores están en la prisión, todos los que nos dedicamos hoy a la causa del independentismo es un elemento que hemos incorporado".

Paluzie ha lamentado la continuación de la estrategia española de la gestión judicial del conflicto catalán y la repressión. El martes el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona remitió una exposición razonada al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para investigar al vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, y los diputados Josep Maria Jové y Lluís Salvadó. Ayer se conoció el inicio de las investigaciones a 72 mossos por su actuación el 1-O, más allá de la investigación contra el mayor Josep Lluís Trapero y la intendente Teresa Laplana.

Sobre el acto de conmemoración por los atentados de Barcelona y Cambrils ha dicho que tiene que ser un acto centrado en las víctimas donde ellas tienen que ser las protagonistas principales. "La ANC no impulsará ningún acto que interfiera en eso". Sin embargo, el hecho que el conseller de Interior durante el ataque terrorista del 17-A, Joaquim Forn, no pueda asistir al acto por las víctimas hace que la organización haya organizado una concentración aquel día en la prisión de Lledoners. "Será un acto para homenajear a los cuerpos de emergencia y Mossos".

La presidenta de la organización ha contradicho las declaraciones de ayer del secretario general del PPCatalà, Santi Rodríguez, sobre su defensa al derecho a sacar lazos amarillos. "No es lo mismo ejercer el derecho a la libertad de expresión que negarlo", ha respondido. Con respecto a la celebración de la Diada el próximo mes, ha dicho que tienen buenas previsiones pero que es la primera que se celebrará enmarcada en un escenario de "represión política sin precedentes".