Ni rebelión, ni sedición. El Tribunal Superior de Schleswig-Holstein ha decidido dar luz verde a la extradición del president en el exilio, Carles Puigdemont, pero sólo por el delito de malversación, y no por el de rebelión como pedía el juez del Supremo Pablo Llarena. Un auténtico golpe para el magistrado y para Sala Segunda (Penal) del Tribunal Supremo, que aumenta el descrédito del sistema judicial español y que hace crecer la presión para la liberación de los presos políticos.

La decisión de la justicia alemana, de llegar a ejecutarse, provocaría que el líder del procés sólo pudiera ser juzgado por un delito menor, de hasta 12 años de prisión, cuando sus subordinados, los consellers, se enfrentarían a una pena de 30 años. Un agravio comparativo de cara a los juicios que es posible que Llarena no esté dispuesto a aceptar y que acabe retirando la euroorden. Pero, además, el hecho de que Alemania no considere existente el delito de rebelión por los hechos del 1-O pone todavía más en evidencia el injusto encarcelamiento de los presos políticos.

Así lo han denunciado los diversos sectores soberanistas, además de los mismos presos políticos y exiliados. En un vídeo colgado en las redes sociales, el president Puigdemont ha reclamado la liberación inmediata de los presos políticos. "Ya basta de este abuso de la justicia. Sin justicia no puede haber democracia, no puede haber libertad", ha defendido, asegurando que "no desfallezcamos, mantengámonos unidos democráticamente en paz de manera convivencial".

"En Alemania se impone el derecho por encima de la venganza"

También desde la prisión de Lledoners, Jordi Turull ha asegurado que "la injusticia de nuestro encarcelamiento resuena cada vez más fuerte lejos de casa", mientras que Josep Rull ha asegurado que "en Alemania se impone el derecho por encima de la venganza". Desde el mismo centro penitenciario, Jordi Sánchez ha asegurado que Alemania "acaba con el delirio de rebelión", mientras que Jordi Cuixart ha hecho un llamamiento a participar en la manifestación de este domingo en Barcelona.

El Govern pide la libertad de los presos

En el mismo sentido se ha expresado el president Quim Torra, que este jueves ha visitado Turull, Rull y Forn en Lledoners, después de su traslado a Catalunya. Torra se ha preguntado "a qué espera España a poner en libertad a los presos políticos, porque no hay delito de rebelión". "Hoy quizás más que nunca salgo con la más profunda sensación de la injusticia y la enorme indecencia que supone que todavía tengamos presos políticos por un delito que ha quedado claro que no existe", ha lamentado Torra desde la misma puerta de la prisión.

El vicepresident Pere Aragonés, que justamente este jueves estaba en Madrid para reunirse con sus homólogas Carme Calvo y María Jesús Montero, ha instado al gobierno de Pedro Sánchez a usar los "instrumentos" que tiene el Estado para "aligerar" la causa del 1-O. Lo ha dicho en declaraciones a los medios posteriores a las reuniones, donde también ha querido hacer un llamamiento a la participación en la manifestación del sábado por la tarde.

Partidos y entidades soberanistas se han expresado en el mismo sentido y han considerado que la decisión del Tribunal de Schleswig-Holstein exige la libertad de los presos políticos. También los comunes han considerado que la reacción de Alemania pide un cambio y, en este sentido, han pedido a la nueva fiscal general del Estado, María José Segarra, que retire los cargos de rebelión de los cuales acusa a los políticos y exiliados de los cuales.

Eco internacional

También varios medios internacionales se han hecho eco del tema considerándolo un revés para la justicia española y considerando que tendrá implicaciones en el proceso penal contra los otros procesados. También algunos eurodiputados que forman parte de la plataforma de Diálogo Catalunya-UE, se han pronunciado sobre la decisión alemana y ha asegurado, por ejemplo, que los presos políticos están encarcelados "sobre la base de falsas acusaciones".

Llamada a la participación en la manifestación

La decisión de Alemania llega justo dos días antes de otra gran manifestación por la liberación de los presos, hecho que hace coger a la movilización una nueva dimensión. Las entidades han pidiendo que la marcha, convocada para el sábado a las 19h con el lema Ni prisión ni exilio. Os queremos en casa, sea un clamor para la libertad y la retirada de las acusaciones. También la hermana de Carles Puigdemont, Anna Puigdemont, ha animado a participar en la manifestación y ha asegurado que espera una asistencia "masiva" a fin de que Alemania "vea con otros ojos lo que estamos reclamando".

Ya este jueves por la tarde en algunas ciudades europeas, como por ejemplo en Munich o Karlsruhe, se han hecho pequeñas concentraciones para pedir la liberación de los presos.

A pesar de la presión, el presidente del gobierno español, Perdo Sánchez, ha evitado valorar la decisión de la justicia alemana y la nueva fiscal general se ha limitado a decir que estudiará la resolución alemana. Por lo contrario, varios sectores unionistas han salido en tromba a criticar Alemania y lo han considerado una traición al estado español como socio europeo. El portavoz del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, por ejemplo, ha llegado a exigir "la suspensión del tratado de Schengen".