El gobierno municipal de Castelló ha avanzado un paso más en la designación de este topónimo como único oficial de la ciudad una vez la Acadèmia Valenciana de la Llengua ha aprobado por unanimidad avalar el topónimo en valenciano a partir de un estudio basado en cuatro aspectos: la etimología, la documentación histórica, la legislación vigente y los criterios de fijación de la toponimia valenciana recogidos en los manuales especializados.

Con este dictamen, preceptivo y vinculante, el consejo municipal queda facultado para aprobar el nombre con un decreto.

Con todo, la decisión no ha gustado a Ciutadans, que ha tildado la decisión de "imposición sectaria".

La campaña lingüística contra los topónimos valencianos de Ciutadans se suma a la que ya ha puesto en marcha el PP, que ya avisó de que también sería beligerante contra la denominación de València.