Cuando todavía no se han cumplido los primeros dos meses del inicio las emisiones de la televisión de À punt —de la radio nadie habla—, la dirección general ha decidido gastarse 55.055 € con la empresa GFK-Emer para que pregunte a 4.800 valencianos si conocen la existencia de la nueva televisión, si les gustan los programas y cuáles son sus usos y costumbres a la hora de ver la televisión, entre otras cuestiones.

El resultado de este barómetro, para uso interno de la dirección de la cadena, no será realidad antes de final de año porque la consultora dispondrá de 16 semanas para hacer las entrevistas, en castellano o valenciano. Como la dirección ha decidido poner en manos de encuestadores el futuro de la cadena, todo hace pensar que las cosas continuarán igual hasta diciembre, y será a partir del año próximo cuando À Punt podría enfilar un nuevo camino que, hoy por hoy, no está acompañado por los valencianos.

Los medidores de audiencias le otorgan un 1,2% por término medio diario, es decir, unos 30.000 espectadores respecto de una población de casi cinco millones. Eso supone que solo uno de cada 100 valencianos que miran la televisión sintonizan À Punt.

APUNTE PGM

La directora general de À Punt, Empar Marco, dijo ante las Corts Valencianes que no se acababa de fiar de la medición tradicional de audiencias que realizan empresas especializadas desde hace más 25 años, y no pensaba contratar este servicio por que "la prioridad no son las audiencias, sino la calidad y el rigor".

Aunque algunas fuentes aseguran que sí dispone de un servicio de datos de audiencia real, con esta equivocada decisión "oficial" de no contratar un servicio de medición, la dirección de À Punt está dejando de lado la única herramienta que tienen las empresas de publicidad para evaluar el impacto de sus anuncios.

En consecuencia, anima a una pérdida de confianza de los anunciantes, y la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación está negándose la captación de recursos económicos por vía de la publicidad que ayudarían a mejorar el balance presupuestario.

Por otra parte, se está ocultando el conocimiento público de unos datos de audiencia que todo el mundo tendría que poder saber por el respeto al derecho a una información veraz y transparente. Sin olvidar que, además, todos los medios de comunicación, públicos o privados, hacen un servicio público.

Según un estudio reciente publicado por una de estas empresas de medición de audiencias, a los valencianos les gusta mucho ver la televisión y pasan 283 minutos al día delante del aparato. Solo les superan los extremeños.

Cuando llegan las Navidades, la empresa adjudicataria de este barómetro de opinión informará a la dirección de À Punt de lo que hayan declarado 4.800 ciudadanos ante un cuestionario con preguntas cerradas, y constatará que superar este 1,2% de audiencia actual es un trabajo diario que no se puede ni delegar ni aplazar.