No, no, el título no es ninguna acusación, ni ninguna amenaza, ni ningún desprecio, ni ningún insulto, ni ningún odio, ni ningún atentado terrorista cedeerrista. Es un hecho. O mienten Montoro y Rajoy o miente la Guardia Civil y el juez Llarena. Porque, hasta que un juez intente demostrar el contrario, es imposible que una cosa sea y no sea a la vez.

Si le parece bien, primero recordamos qué ha dicho el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, en una entrevista publicada por Jorge Bustos en El Mundo. Casualmente, es lo mismo que el propio Montoro ya defendió el pasado en agosto y que posteriormente dijo Mariano Rajoy en sede parlamentaria:

O sea, la persona que controla desde hace meses, y en nombre del gobierno central, las finanzas de la Generalitat hasta el céntimo dice que el 1 de Octubre se gastaron cero euros en el referéndum.

Y ahora, si le parece bien, recordamos que la Guardia Civil ha elaborado varios informes donde afirma que sí, que el 1 de Octubre la Generalitat se gastó hasta un millón y medio euros en publicidad y materiales. Según el desglose especificado en estos informes, 979.661,96€ se gastaron en papeletas, 119.700 fueron a parar a los observadores internacionales y el resto fue gasto en publicidad.

Y estos informes tienen tanta credibilidad para el juez Pablo Llarena que la malversación es uno de los delitos por los cuales mantiene a 9 personas en prisión preventiva, 5 están en el exilio y unas cuantas más están procesadas.

Por lo tanto aquí falla alguna cosa. Si la Guardia Civil afirma tener pruebas de una cosa que niega el responsable político de revisar la cosa, o son falsas las pruebas, y por lo tanto el auto del juez, o es falsa la versión del ministro. Y las dos cosas son igual de graves.

Si quien mintiera fuera el ministro querría decir que sí, que salió dinero de la Generalitat para pagar  el referéndum, pero el ministro no se dio cuenta, a pesar de ser responsabilidad suya, y ahora lo estaria tapando porque implicaría reconocer una negligencia. Por lo tanto sería un negligente, pero también un mentiroso, un encubridor y, además, estaría entorpeciendo el trabajo de la Guardia Civil y de la justicia para poder acusar unos peligrosos delincuentes que han querido destruir España. O sea, Montoro tendría que acabar en prisión. Él y sus colaboradores más estrechos.

Si quien mintiera fuera la Guardia Civil querría decir que han falsificado pruebas a propósito para poder acusar personas inocentes que ahora mismo están en prisión por un delito inventado. Y eso sería terrible. Y también significaría prisión para sus responsables, aparte de un descrédito total y absoluto para el cuerpo.

Ah por cierto, si se fija, en la captura que he adjuntado con las declaraciones de Montoro he subrayado el momento en que el ministro dice que malversar también puede ser "abrir un recinto público para celebrar un acto político ilegal". Y sería la prueba que demostraría la ausencia de pruebas de la malversación. ¿Por qué? Porque el ministro quiere sacudirse culpas, claro, pero no puede dejar con el culo en el aire su cuerpo benemérito ni su justicia. Y entonces surfea por la malversación a través de esto de los recintos públicos. El problema es que, mire usted por dónde, esta no es la acusación de la Guardia Civil ni del juez Llarena. Su malversación, la de los informes y del auto, no habla de dejar recintos para hacer nada sino, como ya ha quedado explicado, de cifras. Por lo tanto, ministro y juez hablan de dos malversaciones diferentes. Por lo tanto, uno de los dos miente. Definitivamente.