Y de repente aparece un manifiesto de intelectuales. Y miras la lista de "intelectuales" que lo firman y te caen las orejas al suelo. Y se van barranco abajo. Las orejas. Es cierto que sufrimos una grave crisis intelectual y que pensar no está de moda, ¿pero tienen que ser consideradas intelectuales personas que, por ejemplo, cantan? O hacen artículos. O publican libros. O que salen por TV.

¿Si los cantantes son intelectuales por el hecho de ser "artistas", Maluma es un intelectual? ¿Lo es Bad Gyal? ¿O Jesulín de Ubrique, que también cantó? ¿Y un actor o una actriz, qué? ¿Cualquier actor, por el hecho de serlo, tiene un grosor intelectual suficiente como para que sus opiniones tengan un valor superior al del resto de seres humanos que no son actores (o actrices)? ¿Por qué? ¿Qué diferencia intelectualmente un actor (o una actriz) de mi vecina de enfrente? Quizás mi vecina de enfrente tiene más sentido común, lecturas, viajes y neuronas en funcionamiento que cualquier actor (o actriz).

¿Y por juntar aquí unas letras, un servidor es un intelectual? Cáspita, pues entonces estamos peor de lo  qué creía... Aunque una vez, en una crónica periodística me citaron como "personalidad", hecho que en casa provocó una hilaridad que todavía hoy dura.

El problema es que ahora ser "famoso" da derecho a tener una opinión "respetable" sobre cualquier tema. Ser famoso te abre las puertas a ser entrevistado. Y en las entrevistas no vas a hablar de tu trabajo, que sería lo más lógico porque se supone que sabes de qué va el tema. No, en las entrevistas te piden tu opinión sobre varios temas de actualidad. Y entonces pasa que el cantante (o la cantante) de promoción, en vez de cantar y de explicar por qué canta lo que canta, acaba hablando del Open Arms, de la cifra de inscritos en la Diada de este año, de los gobiernos de coalición, o de inseguridad ciudadana.

Y, mira, si opinas de fútbol y dices una barbaridad, pues no sucede nada grave, pero si eres un cuñado (o una cuñada) y te metes a hablar de machismo o de inmigración, la probabilidad de emitir una opinión cuñada es de 1.468%. Aproximadamente.

Y el problema es que ser "famoso" da credibilidad ante mucha gente. Ser cantante o salir por TV te da pátina de persona respetable y una parte de la gente se cree que lo que dice un famoso (o una famosa) también es respetable. Y no, no todas las opiniones son respetables.

¿Estoy diciendo que hay gente sin derecho a opinar? ¡Noooor! Estoy diciendo que todo el mundo opine lo que quiera, por supuesto, pero hay barbaridades que no son respetables. Por mucho que las diga un famoso y mucha gente esté de acuerdo. Porque mucha gente opinando lo mismo no da la razón sobre la cuestión sobre la cual se opina. Ejemplo: La cúpula nazi era mucha gente opinando lo mismo. Y su opinión no era nada respetable. Ni lo era la del régimen estalinista. Ni la del franquismo. Ni la de Trump. Ni la de VOX. Ni la de ETA cuando existía. ¿Porque lo diga yo? No, porque lo dice la evolución del conjunto de la humanidad.

Y así llegamos a Bertín Osborne desencadenado. Empezó la semana diciendo que "En España se han conquistado todos los derechos para las mujeres que se tenían que conquistar y si queda alguno será uno que no conozco". Si quiere más detalles, en este enlace lo tiene todo. Y si no tiene suficiente, las consecuencias de la barbaridad anterior fueron afrontadas por Bertín soltando una segunda tanda de barbaridades. Y todo ha acabado con algunos usuarios de twitter recuperando antiguos archivos donde Bertín reconocía haber pegado a varias mujeres.

Y ahora usted me dirá: "¿Oiga, por qué reproduce las barbaridades de un bárbaro? Cuanto más se reproduzcan, peor". Buena pregunta. Pues mire, en este caso porque considero que cada vez más, y entre todos, es necesario señalar las barbaridades y decir que lo son. Porque si no llega un punto que acabamos encontrando normales cosas que no lo son. Y más en el caso que nos ocupa.