Las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018 en el grupo sudamericano dicen que es otro Mundial, el más duro, de auténticos pistoleros. Y dentro de ese grupo hay un clásico que es la madre de los clásicos de selecciones nacionales: Brasil frente a Argentina. Las dos mayores potencias del continente que en el partido de este jueves en Belo Horizonte tiene un aliciente todavía más extraordinario: Neymar frente a Messi. Las dos máximas estrellas del Barça protagonizan la jornada mundialista.

Puede que en el mundo del fútbol se encuentren muchos partidos que llamen la atención por la rivalidad existente entre los adversarios. No hay como un Barça-Madrid, o un Boca-River, o un Glasgow-Celtic, o un Manchester United-Liverpool. Pero todos son a nivel de clubs.

Dentro de selecciones no hay como un Brasil-Argentina, pasión dentro y fuera. Emoción y tensión. A la hora de elegir un rival al que les gustaría vencer siempre, los argentinos elegirían primero a Brasil y luego a Inglaterra. Y otro tanto sucede con los brasileños, aunque estos seguramente escogerían a Alemania como segundo enemigo, especialmente después del humillante 1-7 del pasado Mundial, precisamente en la ciudad donde ahora se enfrentarán a Argentina.

El partido mantiene en vilo a toda Sudamérica pese a que el mismo día se enfrentan también Venezuela con Bolivia, Paraguay con Perú, Uruguay con Ecuador y Colombia frente a Chile. Normal cuando se trata de un encuentro que rompe moldes al enfrentar a dos jugadores de un mismo club (Barça) que están considerados entre los tres mejores del mundo.

En el mismo avión

Fue Jorge Valdano, otro argentino, que un día comentó a ElNacional que el Barça había conseguido lo que en fútbol parecía imposible. Que tres figuras como Messi, Neymar y Suárez fueran amigos dentro y fuera del campo.

La amistad llega al punto que las dos estrellas del encuentro de Belo Horizonte viajaron en el mismo avión desde Barcelona a Brasil, en compañía también de Mascherano.

Si Messi es la esperanza de Argentina, Neymar es el hombre que está cambiando la historia del fútbol de Brasil, no en vano ayudó decisivamente a conquistar el oro olímpico jamás ganado por su país. Si a alguien temen o respetan más los brasileños es a Messi, pese a que el balance de enfrentamientos favorece al argentino. Es verdad que en las siete veces que se ha enfrentado a Brasil, el crack del Barça no ha marcado en cinco de ellos (la última vez en un amistoso en el 2012), y que en 4 de esos partidos, Argentina no marcó ni un solo gol.

Desde que llegó a Barcelona, Neymar, líder de Brasil, siempre declaró su respeto a Messi. La prensa brasileña se quedó perpleja cuando lo oyó decir que era el mejor del mundo. Hoy esa opinión la comparten todos los brasileños.

Messi, presionado

Messi, que vuelve a la selección argentina tras la última lesión que tuvo, liderará un equipo necesitado de puntos. Es sexto con 16 puntos en 10 partidos. Y por delante tiene a Brasil (21), Uruguay (20), Ecuador y Colombia (17) y Chile (16). Por detrás le acosa Paraguay con 15.

La pregunta que plantea el partido, sabiendo que Neymar es el mayor asistente del Barça, es quién puede servir goles a Messi en Argentina. Los argentinos no lo ven claro e invocan a una genialidad del número 10.

En la cancha, Messi también se encontrará con un amigo suyo, Dani Alves, con el que se entendía perfectamente por la banda derecha del Barça. Alves, ahora en el Juventus, será el capitán de Brasil y homenajeará al recientemente fallecido e ilustre capitán de la seleçao, Carlos Alberto, llevando la camiseta número 4.

También tendrá a Fernandinho, el hombre en el que ha confiado Pep Guardiola en el Manchester City, como protagonista. En un mes se habrá enfrentado tres veces a Messi. De momento el balance es empate a uno.

Es el clásico, pero la foto de Neymar y Messi sonriendo celebrando goles con la camiseta blaugrana no se verá en Belo Horizonte.