La selección argentina ha salvado los muebles y, con una victoria ante Ecuador por 1 gol a 3, ha conseguido el billete hacia el Mundial de Rusia de 2018. Como en las anteriores jornadas, el combinado albiceleste no ha ofrecido un buen nivel pero ha contado con la aparición estelar (y también goleadora) de Leo Messi.

Messi y 21 más

Lo que no se ha producido este martes en el Parlament sí que se ha realizado en Quito pocas horas después. La declaración unilateral, en este caso, la ha protagonizado Leo Messi; y no ha proclamado una separación, sino la unión de él y los suyos al Mundial de Rusia. A eso sí que se le puede llamar toda una sublevación.

Para él tampoco ha sido fácil. Y más teniendo en cuenta que sólo habían transcurrido 38 segundos de partido y su equipo ya perdía. En una acción que ejemplariza a la perfección las lagunas defensivas de Argentina, Ibarra no ha perdonado delante de Romero. Los de Sampaoli estaban obligados a reaccionar si querían, como mínimo, asegurarse la repesca.

Pero Messi no entiende de referéndums. Sí o sí. Él tenía claro lo que quería y pretendía imponer su autoridad por encima de todo. Tanto es así que, antes de llegar al minuto 20 de juego (y sin que el juego de su selección fuera especialmente destacable), el '10' ya había dado la vuelta al partido. Dos combinaciones con Di María, dos goles. Y el resto de minutos de la primera mitad, a intentar sobreponerse sin éxito a las carencias ofensivas del albiceleste.

Hat-trick y objetivo conseguido

Es evidente que, de entre todos los grupos de clasificación para el Mundial, el de la Conmebol es el más intenso, competitivo y difícil. También, seguramente, el menos atractivo en cuanto al fútbol que se practica. El físico, las imprecisiones y las disputas acostumbran a imperar en partidos que se acaban decidiendo por acciones puntuales. Y el de hoy no ha sido una excepción.

Mediante chispas de calidad, Messi ha intentado en todo momento deslumbrar un partido oscuro. De sus compañeros y de sus rivales. Una conducción individual que ha acabado significando el tanto de la sentencia, de hecho, ha sido muy significativa. Podría haberle servido medio gol a Di María, pero ha preferido finalizar él para asegurarse de que la pelota acababa entrando.

Argentina se ha clasificado para el Mundial de Rusia porque Messi lo ha querido. Ni más ni menos: Messi siempre aparece cuando se le necesita. En el Camp Nou hace años que no tienen ninguna duda de eso. Y seguramente, después del partido de hoy, en su país lo tienen mucho más claro.