Corea del Sur y los Estados Unidos han respondido este lunes al último lanzamiento de misiles de Pyongyang con las mayores maniobras aéreas que se recuerdan en la península coreana, una nueva muestra de fuerza que busca presionar al régimen para que vuelva al diálogo.

"El ejercicio Vigilante ACE busca mejorar la capacidad operativa combinada de los dos países tanto de día como de noche y en cualquier condición meteorológica" ha informado un portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, que no ha querido confirmar si es la mayor simulación aérea alguna vez realizada entre Seúl y Washington.

Por su parte, la Séptima Bastante Aérea americana ha asegurado en un comunicado que los ejercicios, que se clausurarán el próximo 8 de diciembre "son comparables en escala en previas ediciones de Vigilante ACE".

Despliegue inédito como respuesta al desafío de Pyongyang

Los medios locales han insistido en que estas son las mayores maniobras que se recuerdan, con 230 aeronaves y unos 12.000 efectivos involucrados, y que sobre todo cuentan con un despliegue inédito en la península coreana en cuanto a activos movilizados.

En la simulación participan por parte americana varías unidades del renombre quinta generación de cazas a reacción – seis F-22 y doce F-35 – dos bombarderos estratégicos B-1B o seis EA-18G, caza-bombarderos diseñados por el renombre "guerra electrónico".

Aunque "Vigilando ACE" tiene una frecuencia anual y estaba ya planeado antes de que Corea del Norte realizara el pasado miércoles su último ensayo de misiles balísticos, parecido operativo sirve de contundente respuesta delante del misil balístico intercontinental (ICBM) que lanzó el régimen de Kim Jong-un el pasado miércoles.

El ejército norcoreano disparó a modo de prueba el Hwasong-15, lo que hasta día de hoy es su ICBM más adelantado y que sitúa en Pyongyang cada vez más cerca de poder alcanzar los Estados Unidos con armas nucleares.

Durante las maniobras que han arrancado este lunes, y en las que también participan F-15, KF-16 y F-5 surcoreanos, los aliados simularán ataques sobre falsas instalaciones nucleares norcoreanas y plataformas autopropulsadas como las que utiliza Corea del Norte para desplegar sus misiles.

Este uso de recursos militares responde al acuerdo ratificado en octubre entre Washington y Seúl para incrementar "el despliegue rotacional" de activos estratégicos americanos en la península coreana con el objetivo de presionar en Pyongyang por qué devuelva a las conversaciones para su desnuclearización.

Reacción de Corea del Norte ante las maniobras "defensivas"

"Los Estados Unidos y las bastantes títeres de Corea del Sur son tan estúpidos como para ir jugando a lo loco con semejantes caza-bombarderos furtivos" ha denunciado el régimen norcoreano en su diario oficial, el Rodong simun.

"Unas maniobras de esta naturaleza son una peligrosa provocación que está acarreando la tensa situación en la península coreana cerca de una guerra nuclear", añade el texto con respeto a estos "juegos de guerra", a los cuales Pyongyang suele considerar como un ensayo por invadir su territorio.

Por su parte, un portavoz del Ministerio surcoreano de Unificación ha vuelto a insistir este lunes en que este tipo de maniobras son "de tipo defensivo".

A su vez, decenas de personas se han concentrado ante la embajada de los Estados Unidos en Seúl para protestar contra la celebración de "Vigilante ACE" y exigir a todas las partes diálogo para solucionar la crisis de manera pacífica.