Un trabajador de la compañía aérea Alaska Airlines ha robado un avión en el aeropuerto de Seattle (EEUU) y lo ha estrellado minutos después en una acción suicida. El empleado despegó el avión sin nadie más a bordo y lo hizo caer instantes más tarde. 

Según el Departamento del Sheriff del condado de Pierce, el autor del suceso era "un mecánico de una aerolínea", de 29 años, que actuó solo, y su acción no tenía fines terroristas. 

Algunos medios estadounidenses han explicado que poco después de dar la alarma del robo, dos aviones militares caza F-15 despegaron desde Portland (Oregón) para interceptarlo, pero el avión se estrelló unos quince minutos después de iniciar el vuelo.