Un potente terremoto de magnitud 7,2, seguido por un mínimo de 150 réplicas, ha sacudido hoy el centro y el sur de México sin causar daños mayores ni víctimas, aunque una población presa del pánico ha inundado las calles prevenida por la alerta sísmica.

Advertidas con 72 segundos de antelación por la alerta que ha sonado en calles, emisoras de radio y móviles, miles de personas detuvieron sus actividades y han salido a las calles de la capital, sobrecogidas por el miedo aunque con un respeto general al protocolo de emergencia.

El tránsito de vehículos se ha paralizado durante los sesenta segundos de duración del movimiento telúrico y en las calles se han observado personas con teléfonos móviles para llamar a sus familias y subir fotos y vídeos que saturaron las redes sociales.

Las réplicas

El terremoto ha ocurrido a las 17.39 horas (23.39 GMT) con magnitud de 7,2 y ha sido seguido por 150 réplicas hasta las 20.30 hora local (02.30 GMT del sábado), todas con epicentro en la zona cercana a Pinotepa Nacional, en el sureño estado de Guerrero, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN).

"Me ha venido un recuerdo muy fuerte de (los terremotos de) septiembre. Estaba muy mareado y espantado pero, pues, ya todo tranquilo. Hemos esperado a que pasara el movimiento y nos han evacuado luego por las escaleras", ha señalado Gabriel Fernández, de 37 años, que estaba en el undécimo piso de un edificio de Ciudad de México.

David Llanos, de 38 años, ha dicho a Efe que se encontraba en la planta baja cuando comenzó el terremoto y que al salir a la calle vio que temblaba "muy fuerte" y lo primero que hizo fue llamar a su casa para verificar que toda su familia estuviera bien.