Un incidente en la frontera del Golán ha iniciado este sábado la peor escalada de guerra de los últimos años entre Israel y Siria. Peor aún, la culpa és de Irán. El resultado ha sido un caza israelí y un dron iraní derribados y ocho instalaciones militares sirias e iraníes destruídas.

A las 04.30 de la madrugada hora local (02.30 en Barcelona), un helicóptero de ataque Apache del ejército de Israel interceptó un dron (avión no tripulado) en su espacio aéreo. Una hora más tarde, cazas israelíes atacaron las infraestructuras desde las que era controlado el aparato, cerca de la ciudad siria de Palmira. Según el Ejército israelí, operativos iraníes manejaban el dron y suyo era el puesto de mando destruido.

El ataque israelí activó las defensas antiaéreas sirias, que derribaron un F16 israelí. El aparato cayó al norte de Galilea (foto). Los pilotos lograron saltar antes de que se estrellara. Uno de ellos está herido de gravedad.

"Siria decidió implicarse aunque el ataque se dirigía a las infraestructuras iraníes", declaró  Jonathan Conricus, un portavoz militar israelí. 

Israel lanzó poco después un segundo ataque a gran escala, esta vez tanto contra objetivos iraníes como sirios en los alrededores de Damasco. La ofensiva destruyó ocho blancos de la Cuarta División de las Fuerzas Armadas de Siria, tres baterías de defensa aérea y cuatro objetivos iraníes, según el Ejército israelí, que ha confirmado la muerte de diversos soldados de Irán en el ataque.

Siria volvió a responder. Lanzó entre 16 y 20 misiles antiaéreos contra cazas israelíes sin producir daños, aclaró la misma fuente.

Jugar con fuego

"Irán y Siria juegan con fuego", advirtió el citado portavoz militar, quien aseguró que Israel no busca una escalada militar, pero advirtió que "están plenamente preparados para todos los escenarios" y que "continuarán atacando cuando sea necesario".

El Ministerio de Exteriores iraní ha negado que el dron haya penetrado en el espacio aéreo israelí y rechazó por "ridículo" que Israel lo haya interceptado, según Bahram Qasemi, un portavoz. "Irán solo proporciona asesoría militar a Siria", agregó a la televisión estatal iraní.

El ejército sirio, por su parte, explicó que el dron llevaba a cabo una misión de rutina contra el Daesh en el espacio aéreo sirio, según la web Al-Manar. "El dron  del que habla el régimen sionista operaba en espacio aéreo sirio. Nuestro dron despegó del aeropuerto de Tifur y llevaba a cabo una misión normal anti-Daesh en Siria".

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Defensa, Avigdor Lieberman, se desplazaron hasta Tel Aviv para una reunión de seguridad de emergencia.

Incidente muy grave

Este incidente es el más grave de los últimos años. Israel, además, no sufría pérdidas aéreas desde principios de los 80. La de este sábado sería una mancha en su prestigio, de la que sus vecinos tomarían buena nota, si se confirma que el avión israelí fue derribado directamente por misiles sirios.

El especialista de Defensa del diario progresista Haaretz, Amos Harel, declaró que Siria muestra una mayor confianza en sí misma con estos ataques, y que Israel debe "repensar su estrategia y las implicaciones tácticas ante esta nueva situación".

El expiloto de la Fuerza Área israelí Reuven Ben Shalom cree que se viven "días de batalla", que pueden durar varias jornadas, pero no ve razones "para ir a una guerra ahora".

La organización International Crisis Group publicó esta semana un informe en que alerta del deterioro de la contención en la línea divisoria norte de los ocupados Altos del Golán, y de las posibilidades de un conflicto bélico ante "un error de cálculo".

"Estamos ante un ciclo de acción y reacción, en que las partes demuestran asumir más riesgos de los tomados hasta ahora: Irán para mejorar su inteligencia sobre Israel; Israel delimitando las líneas rojas que protegen su espacio aéreo, y Siria para proteger su espacio aéreo de los ataques aéreos israelíes", ha dicho Ófer Zalzbergel, analista de Crisis Group, a la agencia Efe.

Reacción rusa

El Gobierno israelí ha expresado su creciente preocupación por el aumento de la influencia iraní en Siria y también de la milicia chií libanesa Hizbulá, que combaten junto a las fuerzas del presidente sirio, Bachar Al Asad.

El ejecutivo israelí mantiene contacto con Rusia, aliada de El Assad, para que contenga a sirios e iraníes lejos de territorio israelí.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia dijo que estaba seriamente preocupado por los últimos acontecimientos y pidió moderación. "Hacemos un fuerte llamamiento a todas las partes involucradas para que eviten todos los actos que podrían llevar a complicar aún más la situación. La integridad territorial de Siria y otros estados en la región debe ser respetada incondicionalmente", dijo en una nota oficial.