El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi y el Papa copto Tawadros II han inaugurado este fin de semana la nueva catedral copta de la Natividad en El Cairo, un hecho de gran trascendencia teniendo en cuenta la presión violenta yihadista que existe en el país contra los cristianos egipcios. La nueva catedral será la iglesia mayor de Oriente Próximo.

El presidente egipcio ha hecho un gesto hacia los coptos y ha participado en la liturgia de Navidad, que en el calendario copto se celebra el día 6 de enero, semanas después de la Navidad católica o protestante. Al-Sisi no ha dudado a afirmar en su discurso que "vosotros sois nuestra familia". Al-Sisi ha sido el primer presidente egipcio que ha participado en la liturgia de los coptos, y esta vez ha sido la cuarta vez que lo hace.

La catedral ha sido construida por la misma presidencia egipcia e ingenieros del ejército, después de que desde 2016 un centenar de cristianos orientales coptos han sido asesinados por yihadistas islámicos. Durante décadas habían existido problemas burocráticos para construir iglesias en Egipto, para primar el islam, pero el agosto pasado el Parlamento egipcio eliminó los límites.

El diseño de la catedral sigue la tradición copta de la barca de Noè, y da la imagen de la iglesia como una barca que navega por la Historia.

Los coptos son el colectivo más antiguo de Egipto, y su lengua -ahora de uso litúrgico- está emparentada con la que utilizaban los antiguos egipcios.