El gobierno francés está "plenamente movilizado" para garantizar la seguridad a las elecciones presidenciales del domingo. El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, ha asegurado después del ataque a los Campos Elíseos que nada puede impedir los comicios, que son un "momento democrático fundamental" para Francia.

"Hago un llamamiento al espíritu de responsabilidad y dignidad de los franceses, no tenemos que ceder al miedo, la intimidación y la manipulación", ha dicho en una comparecencia al día siguiente que un hombre, identificado como Karim C., matara a un policía e hiriera gravemente dos más en los Campos Elíseos de París.

Por su parte, la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha advertido, sin embargo, que hace falta "cerrar las fronteras" y "expulsar" todos los extranjeros o franceses con doble nacionalidad fichados por radicalización. Con respecto a los ciudadanos franceses, Le Pen ha defendido que también hay que impulsar la "detención y tratamiento administrativo o penal de todos los fichados por haberse radicalizado con la ideología del enemigo". Además, ha reclamado "contratar 15.000 policías y gendarmes".

La candidata de la extrema derecha ha dicho que Francia es atacada "sin piedad y sin trabas" en una "guerra" que "de nuevo" ha tenido como "objetivo" los agentes de policía. "Nuestros policías son atacados porque son el símbolo del Estado", ha defendido Le Pen.

El candidato de En Marche, Emmanuel Macron, ha afirmado que los franceses no tienen que ceder al pánico y a la tentación de instrumentalizar el atentado. Según ha dicho, eso es precisamente lo que quieren los terroristas. "Quieren darnos miedo, fracturar el país, dividirlo, porque no nos pueden vencer", ha remarcado.

Le Pen, Macron y Fillon han suspendido los actos de campaña que tenían preparados para este fin de semana.