Almenos 22 personas han muerto y 59 han resultado heridas después de oírse dos grandes explosiones al lado del estadio Machester Arena, en el norte de Inglaterra. La policía ha confirmado que se trata de un atentado terrorista. En el estadio se estaba llevando a cabo un concierto de la cantante Ariana Grande.

La policia británica ha confirmado en rueda de prensa que entre las víctimas hay niños. Además, ha precisado que el atacante murió durante la explosión y que parece ser que actuaba solo. 

La estación de trenes Victoria Station de Londres permanecerá cerrada todo el día y, por tanto, no habrá servicio de trenes.

Las explosiones se han producido hacia las diez y media de la noche y la policía ha confirmado a las dos de la madrugada la cifra de víctimas a través de un tuit. El concierto lo estaban siguiendo unas 20.000 personas y se habían agotado todas las entradas para oír a la cantante americana.

La explosión ha tenido lugar poco después de que se acabara el concierto, pero cuando la mayoría de seguidores todavía estaban dentro. Según algunos testigos del evento, el hecho de que el fuerte ruido de las explosiones haya tenido lugar cuando las luces del estadio ya se habían encendido ha dejado claro a los asistentes que aquello ya no formaba parte del show, por lo que se ha desatado el pánico. Además, ha ido acompañado de mucho humo.

De momento, todavía no se sabe si los muertos son consecuencia directa de las explosiones, o de algún alud humano. La cantante ha puesto de manifiesto en Twitter que "estoy rota" y que "lo siento mucho".

La primera ministra británica, Theresa May, presidirá el comité de emergencias este martes por la mañana para abordar el suceso con miembros del gobierno y altos cargos de las fuerzas de seguridad e inteligencia. May ha anunciado, además, que suspenderá los próximos actos de la campaña para los comicios generales adelantados al 8 de junio.

Los servicios de trenes fueron suspendidos en la estación Victoria de Manchester, que está junto al estadio, y todas las líneas se cortaron después de los hechos.

Los testigos que asistían al concierto describieron a los medios locales escenas de pánico tras oír una "enorme explosión" y en la red se colgaron vídeos que mostraban a la gente gritando y huyendo, y algunos cuerpos tumbados en el suelo. Algunos de los asistentes al concierto habrían grabado los momentos posteriores a las explosiones. 

En el exterior del estadio se han desplazado numerosas ambulancias y equipos de emergencia.

El alcalde de Manchester, el laborista Andy Burnham, lamentó la que ha sido "una noche terrible". "Mi corazón está con las familias que han perdido a sus seres queridos y mi admiración con los valientes servicios de emergencias. Ha sido una noche terrible para nuestra gran ciudad", afirmó Burnham.

Después de las explosiones, la policía ha cortado completamente la zona, y también ha desactivado el servicio de tren de la estación que hay al lado del estadio, en pleno centro de Manchester. También se han desplazado hasta los alrededores de la zona varios agentes armados, mientras que helicópteros de la policía sobrevuelan la ciudad y unidades con perros adiestrados han ido hasta el lugar para ver si hay que desactivar algún explosivo.

Más tarde, hacia la una y media de la madrugada, la policía ha avisado de que haría una explosión controlada cerca de los Cathedral Gardens para que los ciudadanos no se asustaran. Lo ha hecho al detectarse un objeto sospechoso, pero finalmente se ha constatado que no se trataba de material explosivo. La detonación se ha producido en los jardines de Cathedral Gardens, frente a la estación de tren de Victoria y el recinto deportivo.

"Los agentes que llevaron a cabo la explosión controlada por precaución en Cathedral Gardens confirman que era ropa abandonada", afirmó un portavoz de la policía británica minutos después.