La actriz Kim Kardashian ha explicado que en el robo sufrido este domingo en su casa de París fue ligada de manos y pies, para después ser puesta dentro de la bañera. Temió por ser violada.

Mucho tiempo le costará olvidar a Kim Kardashian la experiencia que le tocó vivir el pasado domingo en París.

Después de que ayer se conociera que varios ladrones entraron en su vivienda de la capital francesa, y se llevaron varios millones de euros en joyas, ahora la misma Kardashian ha explicado más detalles sobre los hechos.

"Creía que iba a ser violeta", ha afirmado la actriz. Antes de eso, dice que los ladrones entraron de repente y lo primero que hicieron fue cogerle el móvil, por lo que no tuvo tiempo de avisar a nadie. Después, la sacaron de la cama, la ligaron con bridas y la metieron dentro de una de las lujosas bañeras del apartamento.

Los hombres habían entrado vestidos con uniformes de la policía. No estuvieron más de seis minutos dentro del piso, hasta que se marcharon en bici. Habían entrado en el edificio después de amenazar al conserje a punta de pistola.

Kardashian dice que no entendió mucho lo que decían los atracadores, ya que sólo se expresaban en francés. Sí que escuchó que hablaban de un anillo. Probablemente se referían al que le regaló su marido, compuesto por una esmeralda de 20 quilates y valorado en cuatro millones de euros.

Quien dio la voz de alarma de todo fue Simone Harouche, amiga muy próxima de Kardashian, que dormía justo en la planta de abajo de la actriz.

Ahora, la artista ha vuelto a Nueva York con su marido, donde se hospedarán en el barrio de Tribeca, uno de los predilectos para las celebridades. Desde el aeropuerto, Kardashian y su marido se trasladaron hasta su casa en un convoy de doce vehículos, llenos de guardaespaldas.