Una nueva final de Copa del Rey para el Barça, la segunda consecutiva con Valverde en el banquillo blaugrana. Quizás su Barça no enamora en la mayoría de partidos, quizás no gana en Europa cuando lo tiene que hacer, e incluso la victoria de hoy es demasiado exagerada por lo que se ha visto en los 90 minutos. Muchos condicionales, pero una certeza: en España, el Barça domina. Y Valverde, también.
En su partido número 100 como entrenador culé, el técnico blaugrana ha clasificado al Barça para la sexta final de Copa consecutiva. Sin embargo, Valverde se ha mostrado crítico con el rendimiento de sus jugadores, sobre todo en la primera parte: "Ha habido dos partes muy diferenciadas. En la primera, ellos han sido mejores. Teníamos un ritmo de juego muy bajo y no teníamos intención ofensiva. En la segunda hemos sido mejores, hemos tenido más determinación".
Valverde ha superado el reto de llegar a los 100 partidos en el banquillo del Barça, pero le surge uno nuevo, ser el entrenador del único equipo en la historia en ganar cinco Copas del Rey seguidas: "Estoy contento de celebrar los 100 partidos en el Barça en este estadio y con este resultado". "Es un reto mayúsculo ganar cinco Copas seguidas", añade.
EFE
Preguntado por la eficacia de Suárez en el partido de hoy, dónde el uruguayo ha marcado dos goles en los dos únicos remates del partido, Valverde se ha mostrado muy claro: "Me sorprendería si fuera la primera vez que lo hace. Sabíamos que volvería a marcar goles. Cuando Suárez se encuentra en el área no está al 100%, sino al 200%. Con este mismo equipo en Lyon chutamos 25 veces y no marcamos. Hoy hemos chutado mucho menos y hemos hecho tres, y encima en este estadio".
Valverde lo quiere ganar todo
El Txingurri ha acabado la rueda de prensa con una declaración de intenciones: "Antes se hablaba de ganar un título, ahora nos exigen ganarlo todo. El objetivo es este: ganarlo todo. Pero tenemos que disfrutar de esta final y veremos que pasa en los próximos meses".
Entre crítica y crítica el Barça de Valverde se ha plantado en una nueva final. De Copa, pero una final. No hace falta esconder cuál es que nos ilusionaría en todos, sin embargo, cuando Messi salga por el túnel de Benito Villamarín para jugar su enésima final no habrá nadie que piense que es un partido menor. Es una final, y las finales no se juegan, se ganan.