Después de 28 minutos de rueda de prensa, Quique Setién no ha podido huir del incendio que produjo Éric Abidal y que alimentó Leo Messi. La crisis en el Barça está más presente que nunca y de las 22 preguntas que se le han hecho al entrenador del Barça en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, la mayoría han sido sobre esta bomba de relojería. Poco a decir sobre el partido de Copa del Rey sobre el Athletic Club.

Setién ha medio apagado el fuego con buenas palabras, optimismo e ilusión, pero el problema es que el entrenador haya sido el primero en dar la cara. Ni el presidente, ni los directivos ni nadie por encima de él ha dicho nada. Silencio del Barça.

"A mí no me afecta"

"Lo que ha pasado es importante pero a mí no me afecta e intentaré que a los jugadores no les afecte". Esta ha sido la primera respuesta del cántabro sobre el tema crisis. Y a pesar de querer dejar las cosas claras y querer desentenderse del lío generado, no ha podido escaparse. A pesar de matizar que "tenemos la obligación de centrarnos en el partido de mañana" y que "el resto son situaciones que no controlo", ha tenido que dar la cara porque hasta ahora nadie del club se ha atrevido a decir nada.

Setién entrenamiento Barça EFE

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También ha reconocido que en ciertos sentidos el Barça le puede quedar grande: "No he estado en un club de esta dimensión. No conozco muchas cosas, pero lo que trataré es que lo que pueda controlar, los jugadores y mis técnicos, estén motivados. No dejaré que nadie se distraiga en otras cosas". Y ha reconocido que la manera de tratarlo con la plantilla ha sido una charla "de 1 minuto" antes del entrenamiento.

Setién también ha confesado que todavía tiene las ganas del primer día y que esta crisis no le afecta: "¿Cómo me tengo que arrepentir de haber venido al Barça? Hace un mes no tenía ningún problema, pero bendecidos los problemas de hoy". Y ha seguido diciendo, con ilusión, que "me empuja el viento de norte y es muy fuerte, no me caigo fácilmente. Eso irá por adelante, estoy seguro de que va a ir muy bien".

El optimismo es la receta

Y para solucionar la crisis, Setién apuesta por la receta del optimismo. Igual que con Leo Messi, que a pesar de atacar a Abidal a través de las redes sociales, "lo he visto bien, le encanta venir a entrenar y lo he visto como siempre".

Por todo esto ha querido seguir con su sonrisa y explicar que todo va bien en el vestuario a través de las imágenes del primer cuarto de hora de entrenamiento de este miércoles —lo que el club deja grabar—. "Podéis reproducir las imágenes que se han visto al entrenamiento. Hacemos juegos para reír y divertirnos. Quizás no siempre podrá ser así, pero la plantilla no tiene ningún problema", explica.

Y así se ha cerrado momentáneamente la crisis en el vestuario. Setién ha hecho de apagafuegos interno pero se desentiende del trabajo que tiene Josep Maria Bartomeu y de las decisiones que el club tendrá que tomar en las próximas horas.