El expiloto de MotoGP Sete Gibernau se enfrenta a una petición de dos años y medio de prisión por dos delitos de fraude fiscal que presuntamente habría cometido en el 2006, su último año como profesional. La Abogacía del Estado, que defiende los intereses de la Agencia Tributaria, afirma que el exdeportista habría defraudado 774.000 euros en las declaraciones de IRPF y Patrimonio de aquel ejercicio.

En cambio, la Fiscalía solicita la absolución del expiloto catalán, después de declarar como acusado. De hecho, la causa ya fue archivada en la fase de instrucción, pero este sobreseimiento fue revocado por la Audiencia de Barcelona, por lo que esta mañana ha empezado la vista oral en la Ciutat de la Justícia.

La tesis de la Abogacía del Estado es que Gibernau, con domicilio fiscal en Chatel-Saint-Denis, entre el 2000 y en el 2006, simuló seguir viviendo en esta localidad Suiza durante su último año como piloto profesional, con el objetivo de evadir impuestos. Según la Agencia Tributaria, el expiloto de MotoGP ya había traslado su residencia habitual en Esplugues de Llobregat, donde convivía con su pareja de entonces, la modelo Esther Cañadas.

"Mi primo (Miquel Umbert), que era quien gestionaba mi patrimonio, y mi mánager de entonces (Léo de Graffenried), que era el que negociaba todos mis contratos, vivían en Ginebra. Eran las dos personas en las cuales tenía más confianza cuándo se trataba de manejar mi dinero, y me fui a vivir allí porque tenerlos cerca me daba tranquilidad", se ha justificado Gibernau. Por otra parte, ha asegurado que "todos los pagos y cobros" se hacían desde las dos cuentas que tenía en Suiza, que a 31 de diciembre del 2006 lanzaban un saldo de 9,5 millones de euros, y que el piso de Chatel-Saint-Denis "aparecía como domicilio fiscal en todos los contratos".