Ganar, ganar y ganar. Sea como sea la prioridad del Real Madrid es conseguir llegar a las finales de Champions para levantar los títulos, porque las finales las ganan todas. Y de nuevo lo ha conseguido. Empate agónico contra el Bayern de Munich y los blancos que llegan a Kiev para afrontar la cuarta final europea en los últimos cinco años y aspirar a la decimotercera orejuda.

Revolución de fútbol

Final adelantada en unas semifinales a muerte entre dos de los grandes de la historia del fútbol europeo. El Bayern necesitaba la revolución sobre el campo y el Madrid mantener la calma, pero los alemanes se han salido con la suya. El partido ha empezado con un cariz frenético que no se ha detenido en ningún momento. Y eso lo han aprovechado los bávaros para marcar en el tercer minuto del partido. Kimmich, el goleador del Bayern en la ida, ha repetido para poner el miedo al cuerpo a todo el Bernabéu.

Daban el pistoletazo de salida muy fuertes, con un ritmo altísimo que ha seguido bien vivo y el Madrid ha tenido su contraofensiva. Benzema se ha aprovechado en el minuto 11 de la subida de Marcelo por la banda izquierda y un centro milimétrico. El francés ha hecho el empate y ha evidenciado que el partido era de locos.

Dos goles para empezar, imprecisiones por parte de los dos conjuntos y la presión como una de las claves. Eliminatoria alocada en la capital española. Idas y venidas sin final, en el terreno que quería el Bayern. Lucas Vázquez ha sufrido como lateral derecho, los blancos han echado de menos la presencia de Casemiro, y la consistencia del Bayern ha peligrado con las intervenciones del portero Ulreich. Y la polémica ha aparecido antes del descanso cuando el árbitro no ha querido ver un claro penalti de Marcelo por manos dentro del área.

Regalo al Madrid

Precisamente el portero del Bayern, el que menos integrado ha estado dentro del partido, ha regalado el segundo gol al Madrid. Primeros instantes del segundo tiempo, Tolisso le ha hace un pase arriesgado al portero Ulreich, y este se lo cena. No sabe si tocar el balón con la mano, con los pies o con otra parte del cuerpo, pero al final pasa de largo y Benzema marca a placer.

El Bayern ha salido mal, ha quedado tocado, y el Madrid se ha aprovechado. Minutos de oro para los blancos, con ocasiones en abundancia contra un rival volcado al ataque y sin referencias. Los madrileños podrían haber sentenciado, pero no lo han hecho. El regalo de Ulreich ha sido una losa demasiado grande para el Bayern.

El Bayern lo da todo

Y cuando el Madrid tenía la final más cerca, ha empezado a sufrir. Ocasiones muy claras para los bávaros y en el minuto 63 James Rodríguez, futbolista del Madrid cedido al Bayern, ha hecho volver el empate en el marcador.

Los alemanes han vuelto a dar un paso adelante, han creado peligro y han apostado por arriesgar. Cambios ofensivos de los bávaros y de músculo del Madrid. Y entonces ha aparecido un Keylor Navas salvador. El portero blanco ha hecho sobrevivir a su equipo y los ha llevado a una nueva final.

Como siempre, con la tónica habitual y siendo invencibles en la Champions en las últimas tres temporadas. El Madrid sigue su idilio europeo y apuesta por la Champions en la única opción de salvar la temporada. Los blancos han apartado al Bayern del ya no triplete y son ellos quiénes defenderán el título en Kiev para conseguir la decimotercera.