Portugal y Francia disputan hoy en Saint-Denis (21:00h) la final de la Eurocopa, con Cristiano Ronaldo y Antoine Griezmann como grandes atractivos de un partido que dará paso a un cambio de ciclo dentro del fútbol europeo de selecciones.

Los dos combinados llegan en el mejor momento. Portugal recuperó a Cristiano Ronaldo en el mejor momento. Ronaldo clasificó a Portugal para los octavos y contra Gales en las semifinales volvió a ser decisivo con un gol de cabeza y una asistencia. El futbolista del Real Madrid se sabe importante y es consciente que esta noche puede ganarse gran parte del que podría ser su cuarto Balón de Oro.

El seleccionador portugués Fernando Santos recupera para el medio del campo a Williams Carvalho, baja por lesión en las semifinales y a Pepe, que ya se ha reincorporado a los entrenamientos después de no jugar contra Gales por culpa de la "fatiga muscular". Esta es la mejor noticia para el preparador portugués ya que el central del Madrid, en plena forma, se ha convertido en la pieza fundamental del sistema defensivo.

Francia viene de sufrir para ganar a Alemania. Como ha hecho en muchos partidos de esta fase final de la Eurocopa. Pero Antoine Griezmann lo ha convertido en anécdota. El delantero del Atlético de Madrid se encuentra en el mejor momento de su carrera y es la referencia de una selección que se apoya en su espalda para conseguir el tercer Europeo. 

El técnico Didier Deschamps confía plenamente en el '7' francés, el hombre de moda en el país y el indudable protagonista del torneo. No sólo es el máximo goleador de la Eurocopa con seis tantos sino que su manera de jugar, creando espacios y asociándose siempre con inteligencia, es una mina para una selección que ha ido de menos a más. 

Deschamps parece haber dado con la tecla para hacer funcionar un conjunto plagado de talento. Juntamente al buen rendimiento del capitán y portero 'bleu' Hugo Lloris, la entrada en el eje de la defensa del nuevo fichaje del Barça Samuel Umtiti le ha dado consistencia a un equipo que temblaba y concedía ocasiones con facilidad. 

Para Portugal, la final supone una revancha histórica. El fútbol le da, doce años después, otra oportunidad para coronarse como campeón de Europa. En el 2004, los anfitriones portugueses cayeron a en la final ante una sorprendente Grecia.

Francia también llega a la final después de sobrevivir. Tanto por el positivo de Mamadou Sakho, como la exclusión de Mathieu Valbuena y Karim Benzema por un escándalo sexual y las lesiones de Raphael Varane y Jeremy Mathieu. Muchas piedras en el camino de una selección que se juega más que un título. Se juega un cambio de ciclo, para romper con el dominio y la hegemonía de España y Alemania.