Este miércoles el Arsenal y el Chelsea se enfrentan en la final de la UEFA Europa League que tiene lugar en Bakú, capital de Azerbaiyán. El partido, sin embargo, se lo perderá una de las estrellas del conjunto gunner: Henrikh Mkhitaryan. El mediocampista no está lesionado. No está sancionado. No es baja por decisión técnica. Si no puede disputar la final es por culpa del conflicto político entre Azerbaiyán y su país de origen, Armenia.
¿Puede viajar a Bakú?
En primer lugar, hay que aclarar que Mkhitaryan sí que puede viajar legalmente a Azerbaiyán. El año 2015, cuando el mediocampista formaba parte del Borussia Dortmund, la UEFA anunció que le tramitaría un visado especial para que pudiera entrar en el país eurasiático para enfrentarse al Qäbälä en partido de la fase de grupos de la Europa League.
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Aun así, finalmente Mkhitaryan decidió no volar a Azerbaiyán, tal como ha pasado esta temporada. El resumen de todo esto es que la UEFA puede garantizarle el derecho a viajar, pero no su seguridad una vez aterrice.
¿Cómo nace, el conflicto?
La relación de odio entre Azerbaiyán y Armenia surge en la década de los 90. El detonante: el referéndum de autodeterminación que tuvo lugar en el Alto Karabagh, una provincia exsoviética perteneciente a Azerbaiyán pero con mayoría étnica armenia. el año 1991.
Aunque sus habitantes decidieron anexarse a Armenia democráticamente gracias a una mayoría absoluta abrumadora, Azerbaiyán nunca reconoció el plebiscito y, además, anuló la autonomía de la región. Este hecho fue el detonante definitivo de una guerra que se alargaría hasta 1994 y que se cobraría víctimas en los dos bandos.
El caso Margaryan
La guerra del Alto Karabagh acabó, pero el conflicto entre los dos países no. Actualmente existe una relación de odio entre los habitantes de ambas repúblicas, hecho que se hace patente en las fronteras de Azerbaiyán, donde no se dejan entrar a ciudadanos armenios y se han llegado a deportar rusos y estóneos con apellidos de origen armenio.
El caso de que ejemplariza a la perfección la tensión entre los dos países, sin embargo, es el asesinato de Gurgen Margayan. Este soldado armenio fue asesinado el año 2004 a manos del azerbaijano Ramil Safarov, que lo apuñaló mientras dormía cuando ambos participaban en un programa de la OTAN en Budapest.
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Safarov fué condenado a cadena perpetua y fue encarcelado en Hungría hasta el año 2012, momento en que fue extraditado a su país de origen para que acabara de cumplir la condena. Inmediatamente después de llegar a Bakú, sin embargo, al presidente azerbaiyano Ilham Aliyev lo indultó de todos los cargos y, además, lo promocionó militarmente.
No es extraño, pues, que finalmente haya sido el propio Mkhitaryan quien haya decidido no viajar Azerbaiyán. La baja del jugador del Arsenal avergüenza el mundo del fútbol y demuestra, un día más, que el deporte también es política.