Leo Messi vivió una enorme decepción el día que Ansu Fati le comunicó que había decidido cambiar de representante. El canterano del Barça era la gran apuesta de Rodrigo Messi, hermano mayor del astro argentino, para adentrarse en el mundo de la representación de futbolistas, por lo que la huida de Ansu en la primavera del 2020 provocó un enorme malestar en la familia Messi.

El joven blaugrana, camino del estrellato, entendía que a Rodrigo Messi le falta muchísima experiencia para llegar a ser un gran representante, por lo que una vez se había certificado que iba por el camino de ser una gran estrella necesitaba un representante del primer nivel para lograrle buenos contratos. El entonces 10 del Barça, que se había convertido en el maestro y protector de Ansu Fati en el vestuario, no entendió que el canterano dejara a su hermano, y menos para irse con Jorge Mendes, el representante de Cristiano Ronaldo y José Mourinho.

Ansu Fati Barca EFE

Ansu Fati, después de marcar contra el Valencia / EFE

Problemas de Ansu Fati con Messi

Desde entonces, Leo Messi rompió relaciones con Ansu Fati, un hecho que afectó muchísimo al canterano, sobre todo tras su grave lesión en la rodilla. En poco tiempo había pasado de ser el protegido del mejor jugador de la historia del Barça a perder la relación y a verse fuera del equipo por sus problemas en la rodilla. Fue entonces cuando el jugador empezó a cuestionarse si merecía la pena seguir en el Barça, sabiendo que su contrato expiraba el 30 de junio del 2022. 

Jorge Mendes le pidió paciencia, pues estando lesionado y con recaídas no podía lograrle un gran contrato en otro club, aunque el daño ya estaba hecho. Ansu Fati perdió la confianza, al conocer de la enorme influencia de Leo Messi en el vestuario del Barça.

messi ansu fati alabes barca @fcbarcelona catLeo Messi y Ansu Fati, en un partido del Barça / FC Barcelona

Ansu Fati vuelve con más ganas que nunca

Durante el pasado verano, la rodilla de Ansu Fati empezó a mejorar, pero todo indicaba a que Leo Messi seguiría en el Barça. El joven blaugrana decidió trabajar duro para volver lo antes posible y hacer méritos para ganarse la confianza de Messi o un gran contrato fuera del Barça. Debía volver lo antes posible, pero sin asumir riesgos. Por suerte, el tratamiento al cual fue sometido en Portugal, por recomendación de Jorge Mendes, había dado sus frutos, prueba de que no se había equivocado al cambiar de representante.

Todo cambió con la salida inesperada de Messi en dirección al París Saint-Germain. El Barça, consciente de que se tenía que agarrar como fuera a Ansu Fati, le ofreció el 10 al futbolista, que no dudó ni un segundo en aceptarlo. Era la mejor respuesta que le podía dar a la familia Messi. 

 

Imagen principal: Leo Messi, en un partido del Barça de la temporada pasada / EFE