Un equipo cabizbajo. El Manchester City no ha superado el golpe de la eliminación en la Champions League y ha empatado contra el Liverpool (1-1). El resultado deja al City fuera de la lucha por el título de Liga. El gol de Sergio Agüero vale un punto insuficiente para seguir el ritmo del Chelsea, líder destacado de la Premier League con 12 puntos de ventaja sobre los de Pep Guardiola.

Sin suerte

El Manchester City volvía a casa. Y lo hacía para medir las fuerzas con uno de los equipos más incómodos de la competición. El Liverpool de Jürgen Klopp, paradigma de la irregularidad, gana en fiabilidad cuando se enfrenta a la zona alta de la Liga. Hoy, en el Etihad Stadium no ha sido una excepción. Con un sistema basado en tener las líneas muy juntas para penalizar los errores y explotar los espacios a espaldas de la defensa del City, el Liverpool ha encontrado petróleo.

Los 'citizens' sólo veían la luz cuando David Silva entraba en juego. Si el brillante jugador canario no tocaba la pelota, el equipo se convertía en previsible. Sin movimientos en ataque ni fluidez en el juego, al City se lo veía pesado, lento, sin capacidad para ser protagonista. Eso, contra un Liverpool que basa gran parte de su potencial en el desgaste físico, era jugar con fuego.

Aunque el Manchester no conseguía parecerse a un equipo de Pep Guardiola, ha encontrado la portería de Mignolet en un tramo donde ha conseguido encerrar al Liverpool en campo propio. En una jugada de Leroy Sané por la banda izquierda, Fernandinho ha enviado fuera, de manera incomprensible, una pelota dentro del área pequeña. Los de Klopp han conseguido superar el asedio gracias a Philippe Coutinho. El brasileño, con dos jugadas consecutivas ha despertado al equipo antes del descanso.

Error clave

La segunda parte ha empezado con el Liverpool, más intenso, aprovechando más y mejor las posesiones. A los cinco minutos ha llegado la jugada clave. Una pelota a la espalda del lateral Gael Clichy ha acabado con un penalti (inexistente) sobre Roberto Firmino. El error del árbitro perjudicaba al City porque James Milner no ha fallado desde los once metros. El gol parecía que hundía cualquier aspiración de puntuar.

El 0-1 ha dejado inconsciente al City. El equipo parecía todavía más deprimido, sin herramientas para reaccionar. El Liverpool, sin embargo, no lo ha aprovechado. Firmino ha fallado un uno contra uno ante el portero Willy Caballero que hubiera dejado el partido visto para sentencia. Pep Guardiola ha sido intervencionista, sustituyendo a Yaya Touré, un jugador sin ritmo ni físico para jugar al primer nivel, por el defensa Bacary Sagna. Cambio de piezas para intentar arañar algún punto. La decisión ha tenido premio.

En una de las únicas jugadas trenzadas del City, Sergio Agüero ha encontrado el camino del gol. Fernandinho ha cedido la pelota a De Bruyne para que el extremo belga centrara en la frontal del área pequeña. Allí ha aparecido Agüero, en carrera, para hacer el empate al primer toque. 1-1 a falta de veinte minutos para el final. En uno de los peores partidos de la temporada, el Manchester City tenía la opción de ganar contra un rival directo.

El desgaste físico ha provocado que el tramo final estuviera completamente loco, con ocasiones muy claras en las dos áreas. De Bruyne ha enviado una pelota al palo antes de que Adam Lallana fallara solo ante Caballero. Agüero, en el descuento, ha enviado por encima del travesaño una pelota que valía tres puntos. El 1-1 parecía inamovible por la falta de acierto y así ha sido. Reparto de puntos que no deja contento a nadie.