Un gol de Karim Benzema cuando sólo quedaba un minuto de partido ha evitado que el Real Madrid empatara contra el colista, el Huesca, que ha demostrado que tiene orgullo pero no calidad (3-2). Los aragoneses se han puesto por delante muy pronto pero el conjunto blanco ha conseguido remontar gracias a Isco y Ceballos.

Después del empate de Xabier Etxeita parecía que el Madrid volvería a hacer el ridículo, pero entonces ha aparecido el delantero francés -el mejor jugador de los blancos este curso - para tranquilizar una afición que, hoy por hoy, sólo desea que la temporada se acabe de una vez por todas.

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El punto de humor lo ha puesto Zinedine Zidane, que en su segundo partido después de haber vuelto al banquillo del Bernabéu, ha decidido olvidarse de Keylor Navas y ha apostado por su hijo en la portería. Increíble pero cierto.

El Cucho no avisa

El partido ha empezado con una sorpresa que ni Zidane ni su hijo se esperaban. El Cucho Hernández ha aparecido completamente solo en el punto de penalti del área blanca y ha fusilado a Luka después de recibir una pasada del Chimy Ávila, que se ha deshecho de Nacho con una facilidad increíble. Sólo se habían disputado 3 minutos de partido.

El gol del colombiano ha despertado a los fantasmas de noches pasadas y la afición, desde un buen principio, se ha empezado a poner nerviosa. Lo cierto es que la elección de su hijo en la portería no ha sido la única sorpresa en el once de Zidane. El desaparecido Brahim Díaz ha ocupado la banda izquierda del equipo y Dani Ceballos ha sustituido Luka Modric. Los asistentes del Bernabéu tenían motivos para sufrir.

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La parte positiva de no tener un plan de juego, sin embargo, es que las adversidades no alteran tu nulo planteamiento. Sin demasiadas estridencias, el Madrid ha encontrado el empate en una jugada aislada en el minuto 25. Isco, revivido con Zidane, sólo ha tenido que empujar la pelota al fondo de la portería después de una buena asistencia de Brahim. Así, el malagueño ha conseguido su segundo gol en dos partidos bajo las órdenes del francés. Desgraciadamente para él y su equipo las dianas llegan demasiado tarde.

Después, y quizás por la necesidad de puntuar o quizás porque sabían que no tienen nada que perder, los futbolistas del Huesca han sido valientes y han atacado para ponerse por delante en el marcador. La falta de calidad, sin embargo, les ha pasado factura.

Con la flor operativa

En la segunda parte el Madrid ha saltado al terreno de juego con las ideas mucho más claras. Un hecho que, por otra parte, no era muy difícil.

Así, y mientras el público blanco silbaba al desaparecido Bale, ha llegado el segundo gol de los locales. En su única acción de mérito del partido, el futbolista galés ha realizado un centro en el segundo palo para Benzema, que le ha regalado el gol a Ceballos con una buena cesión con la cabeza. Sólo era el minuto 62 y el guion indicaba que el Madrid volvería a imponerse con comodidad contra un rival inferior.

Benzema gol Real Madrid Osca EFE

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El Huesca, sin embargo, no se ha rendido. Tal como había pasado en el primer tiempo, los aragoneses se han liberado de cualquier presión y ha buscado la diana del empate mediante desmarques del Chuco y el Chimy, primero, y del catalán Enric Gallego, después.

El premio, aun así, lo ha encontrado a un central: Etxeita. Cuando quedaban 15 minutos de partido, el defensa vasco ha rematado con la cabeza un servicio de córner y ha batido a Luca, que este domingo sólo se ha dedicado a recoger pelotas del fondo de la portería.

Pero si una cosa tiene el Madrid de Zidane es flor. Cuando parecía que el empate ya era una realidad, Benzema ha ajusticiado el Huesca con un golazo que prácticamente envía a los aragoneses a Segunda División. El Madrid, por su parte, sigue acosando al Atlético de Madrid, que está dos puntos por encima suyo.