El técnico del Girona Pablo Machín ha advertido que su equipo saldrá este sábado sin reservas al Camp Nou para enfrentarse al Barça, aunque el martes disputará un nuevo partido de Liga, contra el Celta.

Machín ha admitido que tienen "mucho que ganar y poco que perder", además de reconocer que en el partido de la primera vuelta dosificó esfuerzos, consciente de la diferencia de nivel y objetivos. Ahora, sin embargo, la situación es bien distinta: "Estábamos necesitados de puntos y, ahora, no es que vayamos sobrados, porque a nadie le sobra nada, pero tenemos más cerca el objetivo, el descenso a bastante diferencia, y podemos encarar el partido como a todo el mundo le gusta, que es intentando poner lo mejor".

El jefe del vestuario gerundense ha añadido que "lo que se merecen los futbolistas es poder enfrentarse de tú a tú a uno de los mejores equipos del mundo". Por eso, ha convocado a todos los disponibles en lo que considera "un reconocimiento al trabajo de todo el equipo, no sólo a los que tienen la suerte de jugar".

La intención, según ha relevado, es que todos vivan la experiencia "hasta el último momento" y, en la última charla previa a desplazarse al Camp Nou, anunciar quién entra en la lista definitiva. El reto es que el equipo salga del partido "con la cabeza alta", cosa que ha dado por hecho basándose en la entrega, que ha considerado una característica básica de su plantilla.

Machín ha evitado dar pistas sobre si repetirá el marcaje individual sobre Leo Messi, aunque ha puntualizado que saben que eso supone perder "un 10 por ciento a la hora de atacar". Para el entrenador soriano la clave pasa por "minimizar los errores y potenciar las virtudes" y, cuestionado sobre la idoneidad de afrontar un nuevo partido en sólo tres días, ha manifestado: "Si conseguimos ganar en el Camp Nou ojalá no jugáramos en un mes".