El Barça pierde gas en la Copa del Rey después de una decepcionante derrota contra el Levante en el partido de ida de los octavos de final (2-1). Los jugadores culés se han perdido en un partido en que han desnaturalizado totalmente el fútbol del Barça, pero se mantienen vivas sus opciones gracias a un gol de penalti de un espeso Philippe Coutinho.
Abatidos por los experimentos
Un Barça totalmente nuevo, con una defensa inédita y sin garantías, no ha podido combatir contra un Levante con ganas de repetir el espectáculo de la temporada pasada cuando le marcó cinco goles a los culés en la Liga. Semedo, el debutante Murillo, Chumi y Miranda, han sido los cuatro elegidos en la defensa. Y esta apuesta no le ha salido nada bien a Ernesto Valverde. No valen los experimentos.
Messi, Piqué, Luis Suárez, Rakitic y Jordi Alba se han quedado en Barcelona, y los granotas de Valencia lo han aprovechado por sorprender al Barça. En el minuto 4 Cabaco ya ha marcado el primer gol en la primera ocasión del partido. Centro de una falta lateral y nadie lo puede parar.
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El Barça, descentrado, perdido y totalmente descolocado, no ha sabido encajar bien el primer gol. Cerrados detrás, no ha habido manera de combinar. Ni Sergio Busquets, ni Aleñá, ni Arturo Vidal ni Coutinho han sabido conectar con la velocidad de Dembélé y Malcom. Imprecisiones en abundancia y decepción total en defensa.
Cillessen, uno de los destacados del partido por las múltiples paradas salvadoras que ha hecho, habría podido hacer más en el minuto 18 en el gol de Mayoral. El futbolista cedido por el Madrid, además, ha dejado retratados a los experimentales Murillo y Chumi en el eje de la defensa.
El culés, esta vez vestidos con la camiseta de color amarillo, la segunda equipación, han visto como los blaugrana, los del Levante, parecía que les salía todo bien. Pero el problema ha sido del Barça. Coutinho no ha sabido liderar desde la punta del rombo atacante, y Malcom y Dembélé han tenido la pòlvora mojada.
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Coutinho da esperanzas
El escenario era tan desastroso para los intereses culés que una vez más han evidenciado la falta de fútbol sin Messi. Arturo Vidal, el hombre anti ADN Barça, ha sido el mejor futbolista de campo gracias a su voluntad y sacrificio. Y en el descanso ha tenido que salir Sergi Roberto por Miranda. Pero nada ha cambiado.
Coutinho ha seguido a su nivel incomprensiblemente bajo; Dembélé, ofuscado de cara a portería; Busquets sin compañeros; Murillo muy perdido; Valverde inexpresivo; y los culés cabizbajos desde casa. Inoperancia de un Barça inofensivo que ha visto como un Levante ambicioso y descarado ha recibido un premio merecido.
Y suerte de un penalti que se ha inventado Denis Suárez en el tramo final porque Coutinho ha podido dar esperanzas desde los once metros. Igualmente, derrota merecida del Barça contra el Levante, para así encajar el primer aviso del año. El Camp Nou decidirá quién pasa a los cuartos jueves próximo, pero es evidente que sin Messi todo es mucho más complicado.