Un país, una nación, una selección. Kosovo empieza a aparecer en el panorama internacional a través del deporte y de una integración que va paso a paso. Independientes desde hace ocho años, llevan un último mes muy revolucionado en que muchos ya conocen su nombre.

Los kosovares declararon unilateralmente su independencia de Serbia el 17 de febrero del 2008. El Parlamento de Kosovo proclamó el Estado independiente a través de una declaración que fue abiertamente reconocida por el Reino Unido, Francia y los Estados Unidos, mientras que Serbia y Rusia se opusieron. Una decisión del Parlamento kosovar que también fue sobradamente aceptada por los países integrantes de la Unión Europea y por el resto de países balcánicos; España fuera la lista. Parte del inicial alboroto acabaría el 19 de abril de 2013 cuando Serbia y Kosovo llegaron a un acuerdo para que empezaran las relaciones institucionales entre los dos países.

Desafiando a España

Muchos impedimentos y algunas facilidades. A día de hoy Kosovo todavía no es reconocido como un Estado para todo el mundo. Dentro del marco de las Naciones Unidas, de los 193 miembros que la conforman, 84 no lo reconocen como soberano. Entre estos países está España, que como buenamente sabemos, tampoco estaría dispuesto a aceptar una posible independencia de Catalunya.

Además de España, la misma Serbia o Rusia tampoco reconocen Kosovo. El camino de los kosovares no ha hecho más que empezar. Muy pocos años siendo independientes y todavía sin todos los reconocimientos esperados a nivel internacional.

El COI reabrió el camino

El deporte es política; e históricamente uno de los papeles fundamentales de esta disciplina es la integración, y Kosovo lo ha podido percibir de primera mano estos últimos años. A finales del 2014 el Comité Olímpico Internacional (COI) admitió un nuevo país al gran grupo que compite internacionalmente cada cuatro años. Kosovo debutó en Río de Janeiro el pasado mes de agosto en una competición olímpica por primera vez en su historia.

Desde entonces la deportista más mediática del país es a día de hoy Majlinda Kelmendi. La yudoka de veinticinco años escribió una página en la corta historia del país balcánico al ganar en los Juegos Olímpicos de Río la primera medalla para Kosovo. Precisamente fue de oro. Kelmendi fue la vencedora en la categoría de -52 kg en la prueba femenina de yudo.

El relevo del fútbol

La tónica del mundo del fútbol sigue el camino del COI gracias a sus dos grandes instituciones. Kosovo fue admitida por la UEFA y la FIFA el pasado mes de mayo con la discrepancia de ciertos países. Todavía sin haber competido oficialmente, finalmente los kosovares ya han debutado en el primer partido oficial de una competición internacional de fútbol.

Kosovo jugó su primer partido en competición FIFA contra Finlandia en la clasificación para el Mundial de Rusia 2018. El partido disputado en el país nórdico, sin embargo, fue más allá de un simple trámite.

En la ciudad finlandesa de Turku el jugador kosovar Valon Berisha marcó en el minuto 60 del partido un penalti histórico. El gol fue más que un gol; fue el empate del partido que acabaría siendo definitivo. El primer punto de la selección de Kosovo.

Hasta este partido histórico la selección balcánica sólo competía en partidos amistosos con algunas restricciones. El caso de Kosovo se encontraba hasta este debut en la misma situación que se encuentra Catalunya o Euskadi, aunque no son un Estado soberano. Con este nuevo paso en el camino de la integración del deporte, Kosovo se ha añadido a Gibraltar y Sudán del Sur como las últimas selecciones reconocidas oficialmente en el mundo del fútbol.

El primer once titular de la selección de Kosovo / EFE