Joan Laporta, presidente del Barça durante la época de la venta de los terrenos de Can Rigalt, ha defendido públicamente la operación. Exige también explicaciones a la junta directiva actual, ya que durante su mandato no tuvo ninguna constancia del arbitraje anunciado por el club.

El expresidente blaugrana, que no conserva una buena relación con los dirigentes actuales, ha afirmado que en caso de que hubiera existido este arbitraje durante su mandato, se hubiera expuesto en las reclamaciones de la acción social de responsabilidad que impulsó la junta de Sandro Rosell.

Laporta se ha alejado de la suma de 47 millones de euros que tendrá que pagar el Barça a la Inmobiliaria Mar por la operación de venta de los terrenos de Can Rigalt del año 2005. El expresidente ha asegurado que la operación de Can Rigalt "se trató con la máxima transparencia y eficiencia. Fue una operación muy rentable para los intereses del Barcelona".

La exigencia a la junta

Una de las demandas que solicita ahora Laporta es que la junta actual dé explicaciones sobre el caso. El expresidente blaugrana quiere saber cuándo se supo este laudo arbitral, quién interpuso la demanda y qué incumplimientos ha hecho el club. Además, pide saber "porque se ha escondido durante tanto tiempo este conflicto".