Andrés Iniesta se convierte en patrimonio del Barça. El mediocampista manchego renueva "de por vida" con el club y asegura que, a pesar de los rumores, nunca se habían planteado una salida. "La duda no existía", porque el Barça es "mi casa".

Un gran día

El futbolista, acompañado del presidente Josep Maria Bartomeu, el vicepresidente deportivo Jordi Mestre y el mánager deportivo Pep Segura, se ha hecho la fotografía protocolaria en el palco del Camp Nou y después, sobre el césped, ha enseñado una camiseta especial para la ocasión. Con 'Iniesta para siempre' y el número ocho en la espalda.

El Barça responde al rendimiento de un futbolista que hace más de 20 años que viste de blaugrana con un contrato sin precedentes. Iniesta decidirá como y cuando cuelga las botas. "Al final de la temporada valoraremos conjuntamente qué es mejor para todos. Estaré aquí hasta que mi cuerpo y mi mente crean que es suficiente", ha dicho el capitán, matizando que su nuevo 'estatus' no cambiará las cosas: "Eso no significa que yo esté aquí jugando dos partidos. Seré el primero que cuando no me vea con fuerza, cambiaré las ideas".

Iniesta ha firmado la camiseta y un brazalete de capitán que soñaba con lucir desde los 12 años, cuando entró en La Masia. "Es una sensación casi indescriptible a nivel de sentimientos. Tener la oportunidad que el club te dé la confianza de hacer este tipo de contrato es muy importante. Confían en la persona y en su honestidad", ha asegurado el futbolista antes de hablar, emocionado, sobre el papel de su padre en su carrera.

Nuevo Iniesta

El primer mes y medio de competición ha venido acompañado de una racha de nueve victorias consecutivas del Barça. Y una versión mejorada de Iniesta, que ha recuperado el mejor fútbol bajo la dirección de Ernesto Valverde. Sin embargo, el futbolista no ha querido vincular su decisión a una conversación con el entrenador: "Tenía que valorar muchas cosas. Sabía que (Valverde) no me diría que no contaba conmigo. Me conozco y sé hasta dónde puedo llegar. Al final, la palabra ilusión y las ganas de seguir aportando es lo que cuenta".

Aunque el club no ha querido destapar los detalles del nuevo contrato, se desprende de las palabras del mediocampista que a final de temporada, las dos partes se sentarán para llegar a una decisión consensuada: "Creo que detrás de esta renovación hay mucho sacrificio y situaciones de todo tipo. Mi intención siempre ha sido ser jugador del Barça el máximo tiempo posible. Pero quería estar con trascendencia. A día de hoy me veo jugando a fútbol. No me gusta planificar a largo plazo".

En la misma línea, Iniesta no ha querido hablar sobre qué hará cuando decida colgar las botas. "No me he planteado qué haré después de jugar. Mi presente es el fútbol y quiero disfrutar al máximo. El tiempo corre en contra. Es una evidencia, pero intentaré prepararme para el futuro. Estaré vinculado al fútbol seguro, aunque no sé que haré. Y a partir de allí veremos. Hacer planes a largo plazo es un poco arriesgado porque todo cambia en muy poco tiempo", ha asegurado el capitán blaugrana, además de añadir que en los últimos dos meses ha estado centrado en cuidarse y poder rendir en el campo.

Messi y Piqué

Andrés Iniesta también ha tenido tiempo de repasar la actualidad en clave blaugrana. Leo Messi sigue sin firmar su nuevo contrato y Bartomeu busca una fotografía para escenificar la continuidad del mejor jugador del mundo. Para el mediocampista manchego, sólo es cuestión de tiempo: "Pienso que el diálogo es lo que menos puede faltar. El club quiere que Messi siga, como queremos todos. Y él quiere estar aquí. Entiendo que él es único y una pieza imprescindible para conseguir éxitos. Es cuestión de que llegue el momento".

Sobre los silbidos de la afición de la selección española a Gerard Piqué, Iniesta también ha querido posicionarse, defendiendo a su compañero de vestuario: "Lo veo como lo que es. Dentro de una situación que creo que está totalmente desvirtuada por todos lados. Una situación muy compleja y difícil de entender. Siempre uno intenta mirar la lógica y un punto sensato. Sólo deseamos que se calme y que todos vivamos más tranquilos. Lo ideal sería que todos estuviéramos contentos y que no hubiera silbidos ni insultos. Cada uno tiene su punto de vista".