Antoine Griezmann ya es una superestrella mundial y conocida por todas partes desde que viste los cuadros blaugrana. El francés aprovecha cualquier día de fiesta para invertirlo en su marca personal y sumar exponencialmente más dinero en su cuenta corriente. No sólo es Gerard Piqué quien en sus días libres se dedica a sus negocios personales, sino que el resto del equipo también le sigue los pasos.

A un nivel más bajo, pero Griezmann también ha sacado rendimiento de los dos días de fiesta que ha dado Ernesto Valverde a la plantilla por el aplazamiento del Clásico y antes de volver a los entrenamientos este domingo.

Y el delantero francés viajó ayer viernes a los Estados Unidos para promocionarse. Griezmann visitó la sede de Puma, la marca deportiva que lo representa:

Y después se dejó ver en el Barclays Center para vivir la victoria de los Brooklyn Nets contra los New York Kincks por 113-109. Un festival anotador en la pista neoyorquina con un espectador de lujo que es un gran fan de la NBA.

Ya con el trabajo hecho en territorio estadounidense, quizás una irresponsabilidad en plena temporada, y habiendo visto un gran partido de baloncesto, el trabajo vuelve este fin de semana para él y sus compañeros de equipo. El próximo objetivo del Barça será este martes en el Camp Nou contra el Valladolid.