Antoine Griezmann ya sabe lo que es ser jugador del Barça. El francés, que está en Japón de pretemporada, está experimentando los primeros días como culé, está disfrutando de los primeros entrenamientos y ha revelado qué es lo que sintió cuando, por fin, fichó por la entidad barcelonista.

"Llamé a mi padre y empecé a llorar de felicidad porque ya estaba, ya se había acabado todo. Estaba con mis amigos, con mi mujer, con mis niños y fue un momento increíble", ha asegurado Griezmann en una entrevista a Marca.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

¿Primer Torneo? WIIIINNNN ✔️ @fcbarcelona

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El francés ha explicado cómo están siendo estos primeros días en Barcelona: "Con mucho estrés, mucha presión para concretarlo todo". "Tenía ganas ya de acabar mis vacaciones y de empezar este nuevo reto. Y la verdad es que en el vestuario me han recibido muy bien", ha comentado.

La gran mayoría de los aficionados del Atlético seguramente silben a Griezmann cuando vuelva a pisar el Wanda Metropolitano, pero él ya lo espera. "Sé que habrá una pitada. Es parte del fútbol: me han querido mucho y cuando alguien se va, puede doler", ha afirmado.