El momento de más tensión que se vivió en el Barça-Nápoles de Europa League fue cuando Ousmane Dembélé saltó al terreno de juego en medio de una enorme pitada del Camp Nou. El francés entró poco después de que Ferran Torres empatara el partido desde el punto de penalti, y en los primeros minutos, cada vez que entraba en contacto con la pelota, el Camp Nou reaccionaba con pitos.
Dembélé respondió a los pitos con fútbol
Compañeros como Gerard Piqué y Eric García le pidieron a la afición que no le pitaran, pero fue el propio Dembélé quién acalló a los críticos a base de fútbol. El francés demostró porqué el Barça ha intentado renovarlo hasta el último minuto, y es porque es un jugador que ofrece cosas que nadie más tiene en el equipo, desborde y amenaza con las dos piernas.
Dembélé jugó casi media hora contra el Nápoles en el Camp Nou / Europa Press
Pero por muy bien que juegue, eso siempre estará en conflicto con lo que pretendía hacer Joan Laporta y una parte de la junta directiva. El presidente, consciente que el futbolista tiene un acuerdo cerrado con el PSG para llegar a la capital francesa como agente libre, quería que no volviera a jugar ni un solo minuto de blaugrana.
Pero Xavi Hernández le pidió poderlo usar, con el pretexto de que sería lo más beneficioso para el equipo en este segundo tramo de temporada, con vistas a clasificarse para la Champions League y poder hacer un buen papel en la Europa League.
El PSG, encantado con que siga jugando
La estrategia de Laporta era que no jugara, para que se fuera al PSG sin ritmo de competición tras haber estado seis meses parado. Pero la imposición de Xavi hará que Dembélé siga contando con minutos, y aunque todavía no ha sido titular después del cierre de mercado de invierno, parece que más pronto que tarde volverá al 11.
Nasser Al-Khelaïfi, presidente del PSG / EFE
Y eso, indirectamente, es un favor para el PSG. Pensando a largo plazo, a Nasser Al-Khelaïfi y al club de la capital francesa le interesa que la transición de El Mosquito de Barcelona a París sea lo más plácida posible, y que la haga jugando.
Además, para Dembélé también es mucho más favorecedor, porque pensando en el Mundial de Catar, si no jugara de febrero a junio, teniendo en cuenta que el Mundial empieza en noviembre, se le podría complicar su presencia, atendiendo a la competencia brutal que existe en su posición, con jugadores como Mbappé o Coman. Pero Dembélé va a jugar, y Xavi quiere que sea importante en sus últimos meses en el Barça.
Imagen principal: Joan Laporta, enfadado / Europa Press