El Espanyol ha superado la Valencia en la segunda jornada de la Liga Santander (2-0). Y lo han hecho con un partido serio, pasando por encima del conjunto che en el estreno de Rubi en el RCDE Stadium y emocionando a los aficionados pericos. Sin duda, ha llovido donde faltaba agua.

El efecto Rubi

Los blanquiazules llegaban con el propósito de gustar a su afición en el estreno en casa después del empate contra el Celta en Balaídos. Los valencianos, por su parte, querían repetir la buena imagen ofrecida ante el Atlético de Madrid y sumar su primer triunfo de la temporada. El objetivo lo ha cumplido el Espanyol, que acumula seis partidos consecutivos sin perder y augura una buena temporada.

En la primera parte el conjunto de Marcelino ha sido ligeramente superior en todas las fases del juego. La faceta más sensible del Valencia, sin embargo, ha sido la defensiva, que ha provocado muchísimas llegadas de los de Rubi. Cuando la defensa valenciana no ha estado a la altura ha aparecido Neto para parar de todos tipos. Incluso, el brasileño ha rechazado un remate de Borja Iglesias en la misma línea de gol.

La hora de los goles

En el segundo tiempo, más fluidez en el juego de los pericos. Agilidad, alternativas con el control de la pelota y ocasiones más claras. El conjunto local se llevaba los balones divididos y demostraba una tranquilidad que despertaba aplausos en la grada de Cornellà-El Prat.

Y la tarde no podía acabar de otra manera. Primero ha sido el 'pirata' Granero, cuando en el minuto 63, ha lanzado una magistral falta. La pelota ha tocado al larguero y ha botado dentro de la portería de Neto. La jugada ha requerido la consulta del VAR para validar el gol. Y seis minutos más tarde Borja Iglesias ha aprovechado una gran jugada de Leo Baptistao y un rechace para estrenarse como goleador en la Liga.

Partido creciente del Espanyol que ha devuelto la felicidad a un estadio que había perdido la sonrisa en las últimas temporadas. El proyecto de Rubi da resultados y tiene la aprobación del aficionado perico.