El Espanyol ha empatado contra el Huesca en el RCDE Stadium (1-1) y, aunque enlaza cuatro partidos sin perder, se marcha a casa con la sensación que las cosas no se han hecho bien. Los de Rubi se han adelantado en la primera mitad gracias a un gol del pirata Granero, que ha utilizado su periscopio para clavar una falta directa a la escuadra de la portería aragonesa. Más tarde, sin embargo, los visitantes han empatado el partido en el primer minuto del segundo tiempo y el Espanyol ya no ha sido capaz de reaccionar.

Tranquilidad y gol

En la primera parte el Espanyol ha parecido, por fin, el conjunto que deslumbró al fútbol español durante el primer tramo de la temporada. Rubi ha alineado un centro del campo muy talentoso, con Marc Roca, Esteban Granero, Sergi Darder y Óscar Melendo comandando el equipo y la apuesta, como era de esperar, le ha salido bien.

Desde el primer momento, los futbolistas blanquiazules se han impuesto al Huesca y, aunque la superioridad en el juego no se ha traducido en grandes ocasiones de gol, el control el partido ha sido siempre suyo.

Los dos primeros avisos del equipo de Rubi los ha provocado el hombre de moda, el delantero Wu Lei. El chino despierta pasión en su país y también en el RCDE Stadium, donde ha demostrado que tiene nivel para consolidarse en la élite de la Liga. El ex del Shangai SIPG ha podido marcar el primer gol del partido con un disparo con rosca en el minuto 9 y posteriormente con una gran volea desde el interior del área en el 14, pero no ha tenido suerte.

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La falta de puntería que le ha faltado para estrenarse le ha sobrado a Esteban Granero, que en el ecuador del primer tiempo ha enviado una falta directa a la escuadra derecha de Roberto Santamaría para marcar el primer gol del partido.

Por primera vez en mucho tiempo, el Espanyol respiraba tranquilo y disfrutaba de un escenario favorable. Sin la presión del marcador en contra y delante de un Huesca inofensivo, los pericos han volado hacia el vestuario con la sensación de haber hecho los deberes con solvencia.

Condenados por uno mi inicio

Las cosas, sin embargo, nunca son tan sencillas. Cuando sólo se había disputado un minuto de la segunda parte Xabi Etxeita ha aprovechado una pelota muerta dentro del área del Espanyol para fusilar a Diego López, que hasta entonces no había tenido que actuar en prácticamente ninguna ocasión.

El gol del Huesca ha dejado aturdido el Espanyol, que un día más tenía que luchar contra viento y marea para conseguir unos tres puntos que, en principio, parecían asequibles.

La rebelión perica lo ha comandado Wu Lei. El chino, rápido, eléctrico y vertical, ha buscado el 2-1 en el minuto 62 con una gran jugada personal que ha acabado en el palo. Se le resiste el gol al delantero, que todavía no se ha podido estrenar como blanquiazul. Su valentía, eso sí, ha despertado al Espanyol.

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El problema es que el equipo de Rubi suma demasiadas semanas sin conseguir un triunfo fácil. La calidad de hombres como Borja Iglesias o Darder puede decidir partidos, sí, pero no siempre pueden aparecer en el momento indicado. El Panda, casi siempre letal, ha perdonado su gol en un remate de cabeza cuando quedaban menos de diez minutos.

El Espanyol, además, ha tenido de suerte. El Cucho Hernández, justo después de entrar, también ha podido dar los tres puntos al Huesca con un remate de cabeza que no ha entrado de milagro.

Los de Rubi se sitúan en 13ª posición, con un buena ventaja de puntos sobre el descenso por alejados de las plazas europeas que, hace menos de dos días, la plantilla empezaba a mirar con ganas. El Huesca, por su parte, sigue colista pero mantiene la esperanza de mantenerse en Primera División.