El Espanyol y el Celta han firmado un empate en el RCDE Stadium que frustra las pretensiones europeas de los catalanes y también la posibilidad de alejarse con contundencia de los sitios de descenso de los gallegos (1-1). Los blanquiazules se han confiado gracias a Wu Llei, pero Maxi Gómez ha igualado el pulso.

Ha sido un partido de altas revoluciones. Aspas ha empezado examinando la defensa del Espanyol y Borja Iglesias la del Celta. Pero el chino de moda, Wu Lei, ha sido el primero capaz de agujerear la portería rival. Capaz de rematar de manera acrobática un pase de Marc Roca que ha servido para mover el marcador. El futbolista chino lo ha celebrado dando un beso en el escudo.

Pero a pesar de la ventaja durante cuarenta minutos, la relajación ha llegado y el Celta ha igualado. Los gallegos buscaban con insistencia el empate, mostrando un fútbol menos afinado que de costumbre. El Espanyol ha intentado aprovechar los espacios, persiguiendo el segundo gol de la noche: lo habitual en el estilo de Rubi. De todos modos, el Celta ha conseguido traducir su imprecisión en éxito. Lo ha hecho Maxi Gómez en el minuto 72 después de un contragolpe y asistido por Iago Aspas.

Un punto insuficiente por banda y a pasar página. Quedan cuatro jornadas de Liga y el Espanyol, ya sin sufrir, sólo trata de acabar lo más arriba posible; y el Celta alejarse de un reñido descenso.