De Frenkie de Jong sabíamos que es un mediocampista con un dominio total de la pelota, capaz de batir líneas con su conducción y con una jerarquía impropia de un jugador de 22 años. Lo que desconocíamos, sin embargo, es que también fuera capaz de llegar al área contraría como un avión.

Este sábado, el futbolista holandés ha sido el cuarto atacante del Barça y se ha encargado de castigar la defensa del Eibar constantemente con desmarcadas al espacio. Los de José Luis Mendibilibar, como siempre, han planteado una presión intensa en campo contrario y el ex del Ajax, ejerciendo un rol contrario al de Arthur, ha sabido leerlo a la perfección.

Por primera vez en muchas semanas, De Jong y Leo Messi han coincidido en la misma zona del terreno de juego, un hecho que el resto del equipo ha agradecido en todo momento. Desde la banda derecha, el delantero argentino ha habilitado constantemente a su compañero holandés, que ha demostrado que aparte de buen pie también tiene pulmones.

En el minuto 79 ha sido sustituido y el público de Ipurua, amante del buen fútbol, lo ha aplaudido. Su recambio ha sido Ivan Rakitic, un muy buen futbolista que se tendrá que buscar la vida lejos del Camp Nou. Sus prestaciones, un día útiles para el estilo de juego culé, han caducado.