El Espanyol, con doce puntos todavía en juego, viaja a Sevilla para agotar las opciones de ocupar sitios europeos, y por eso quiere aprovecharse del desconcierto que hay en el Villamarín con unos seguidores del Betis desencantados con la trayectoria de los suyos. El partido de este lunes, que cierra la 35ª jornada de la Liga Santander, la afrontan los dos con los mismos puntos (43) y con las matemáticas dando posibilidades de conseguir, al menos, la séptima plaza que también daría la posibilidad de jugar a Europa.

En este objetivo, el Betis y el Espanyol se beneficiaron del empate en uno que se dio el sábado en San Mamés entre el Athletic Club y el Alavés, los otros dos equipos que aspiran a esta plaza. El Espanyol afronta el partido como una auténtica final, ya que es la última oportunidad de seguir luchando por la séptima plaza.

El conjunto catalán llega a Sevilla después de empatar con el Celta en el RCDE Stadium. A pesar de su mejora en los resultados y el juego, ya que no ha perdido en sus últimos cinco compromisos de la Liga, el Espanyol tiene que dar un paso adelante en la vertiente ofensiva para sumar de tres en tres.