Pocas veces el Barça ha tenido que sufrir tanto para llegar a una final de la Copa del Rey. Y es que el equipo dirigido por Koeman no ha tenido ni una eliminatoria plácida en todo el torneo del KO, teniendo que tirar de prórrogas y de épica para lograr un billete para la gran final del 17 de abril del estadio de la Cartuja de Sevilla, en la que se enfrentará al Athletic Club o al Levante.

Y es que el "milagro" de Piqué, con un gol en la última acción del partido que ha convertido una eliminación cantada en un momento de locura y de esperanza, y después de que Ter Stegen parara un penalti ante el hasta este miércoles infalible Ocampos, ha sido la certificación de una competición marcada por el sufrimiento y por los momentos de éxtasis.

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El Barça tuvo que remontar ante el Rayo Vallecano / EFE

Sufrimiento contra el Cornellà y el Rayo Vallecano

Y es que no  hay que olvidar que el Barça ya lo pasó mal para superar en la primera eliminatoria al Cornellà, que tras dejar fuera del torneo al Atlético de Madrid logró llevar el partido contra el Barça a la prórroga, y eso que los blaugrana incluso tuvieron un penalti a favor en el minuto 82 que falló Dembélé. El francés, sin embargo, se desquitó en la prórroga y Braithwaite certificó la clasificación.

Y también tocó sufrir en Vallecas, donde un Barça muy impreciso en el remate final vio como el Rayo se adelantaba en la segunda mitad con un gol de Fran García en una acción aislada. El equipo de Koeman, que llegó a disparar 4 veces a los palos, empató poco después, gracias a un gol de Messi, y a 10 minutos del final De Jong certificó la remontada.

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El Barça eliminó al Granada en un partido de locura / EFE

Del milagro de Granada al milagro ante el Sevilla

Tras dos eliminatorias de sufrimiento resuelto con tiempo por delante, llegó la locura contra el Granada, que en el minuto 87 ganaba por 2-0. En dos acciones seguidas, Griezmann y Jordi Alba enviaron el partido a la prórroga, donde el Granada fue capaz de volver a empatar la eliminatoria con un gol de penalti (3-3). Finalmente, De Jong y Jordi Alba certificaron la victoria y el pase a las semifinales.

Tras el 2-0 del Pizjuán y con los precedentes del Barça en la competición, pues, era obvio que el equipo de Koeman solo llegaría a la gran final con épica. Y así ha sido. Por algo está siendo la copa de la fe.

 

Imagen principal: los jugadores del Barça, celebrando el pase a la gran final / EFE