Tiempo de cambios en la sección de baloncesto del Barça. Después de pasarse muchas temporadas haciendo el ridículo en Europa, este curso el conjunto blaugrana, y también el público del Palau, tiene argumentos para ser optimista. Ayer, el equipo de Svetislav Pesic certificó su presencia en los play-offs de la Euroliga después de ganar por 80 a 82 en la pista del CSKA de Moscú, uno de los fortines del continente. Lo hizo, además, con una canasta sobre la bocina de Nikola Mirotic. Hacía siete años que el Barça no se llevaba un triunfo de Moscú. Más épico, imposible.

Todo de cara en los play-offs

Quedan 8 jornadas para finalizar la fase regular de la Euroliga pero el Barça ya ha conseguido clasificarse para la rondas eliminatoria. A día de hoy conjunto blaugrana está en el tercer lugar de la tabla con 20 victorias y 6 derrotas, las mismas que el Real Madrid, que ocupa la segunda posición. El primero, el Anadolu Efes, suma 23 triunfos y sólo 3 derrotas, de manera que parece inalcanzable.

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Lo qué parece poco probable, sin embargo, es que el Barça abandone el podio. Los de Pesic tienen dos victorias de margen sobre el Maccabi de Tel Aviv, tres sobre el CSKA y seis sobre el Panathinaikos. A diferencia de curso pasado, en el cual el equipo fue quinto y fue eliminado por el cuarto, el Efes, el Barça lo tiene todo de cara para enfrentarse a un rival de menor entidad y contar con el factor pista a favor.

Factor Mirotic

La gran diferencia con respecto a las otras temporadas, sin embargo, tiene nombre y apellido: Nikola Mirotic. Este verano el Barça ha realizado una gran inversión con el fin de convertirse en un equipo ganador y ha fichado hombres como Brandon Davis, Malcolm Delaney o al MVP de la última Euroliga, Cory Higgins. Todos ellos han encestado en momentos clave, pero ninguno ha sido tan decisivo como la ala-pívot montenegrino.

El ex de los Milwaukee Bucks tiene la etiqueta y la responsabilidad de ser el mejor jugador de Europa. Con actuaciones como la de este jueves -23 puntos, 8 rebotes y 33 de valoración-, el '33' blaugrana es el mejor argumento del club para alzar un título que se le resiste desde el 2010. Este año, una década después, podría ser el indicado.