Argelia lo ha vuelto a conseguir. 29 años después de su primera conquista y la última aparición en una final continental (1990), los argelinos se han impuesto a un combativo Senegal y han ganado por la mínima (1-0) su segunda Copa África.
Mané se queda sin premio
El gol fue de Baghdad Bounedjah en el minuto 2 que se aprovechó de un rebote para sumar el único tanto del partido. Argelia ha sido el equipo más regular del torneo y quien mejor ha jugado y, por lo tanto, han tenido su premio en la gran final.
A partir de aquí, Senegal empezó a atacar para empatar el partido y tuvieron grandes ocasiones para hacerlo sobre todo mediante una de las estrellas del Liverpool Sadio Mané. No obstante, la defensa de los argelinos era imposible de superar.
La polémica no faltó y en el minuto 60, el árbitro señaló un penalti favorable a Senegal. Pero después de la revisión del VAR, el colegiado consideró que las manos las tenía enganchadas al cuerpo y que, por lo tanto, no era pena máxima.
Argelia no propuso más fútbol y se dedicó a defender el 1-0 y los senegaleses se dieron por vencidos.