La Vanguardia ha despedido al columnista Gregorio Morán, que colaboraba con ese diario desde 1988 escribiendo la columna "Sabatinas intempestivas". Un burofax remitido por el diario le informa de que su contrato con La Vanguardia queda rescindido. El primero en dar la noticia ha sido Javier Pérez Andújar, el escritor adrianense:

"El mes de agosto estaba estipulado en el contrato como mes de descanso, y justo cuando me tocaba a volver a escribir he recibido el despido", ha explicado Morán a eldiario.es. "Me iba a poner esta tarde y ha llegado el burofax. No lo esperaba. Había pasado por situaciones muy difíciles, nunca pensé que me iban a echar así. La situación ha cambiado del procés a acá tanto como para que una persona que escribía lo que pensaba lo puedan echar".

El despido estaba cantado desde que en julio pasado el diario vetó la publicación de su columna, titulada "Los medios del Movimiento Nacional", en la que reprobaba al Govern y a la televisión y prensa catalanas, y calificaba de "delincuente legal" y "talibán de la barretina" al actual conseller de Interior, Joaquim Forn, entre otros méritos. El texto, sin embargo, circuló por redes sociales y lo publicó El Periódico.

Las reacciones a la rescisión del acuerdo entre La Vanguardia y Morán no se han hecho esperar. El editorial de Morán, Akal, ha dicho en un comunicado: "Lamentamos esta noticia, que afecta a una de las plumas más singulares, audaces y valientes del periodismo español, pues supone un retroceso más en la capacidad crítica de los medios de comunicación y de su independencia informativa".

Otros colegas de letras o del periodismo también han comentado el hecho:

Morán se estaba recuperando del infarto que sufrió el pasado 23 de julio, que le obligó a ingresar en un hospital apenas unas horas después de la polémica por el veto de su columna.

Su estilo, que unos ven directo y contundente y otros virulento e insultante, había ocasionado varios conflictos al diario. En otra sabatina del 17 de junio pasado, calificaba a Joan Sales, el autor de Incierta gloria, como un escritor "mediocre, parafascista y ultracatólico", hablando de la reciente muerte de Juan Goytisolo. Morán decía que Goytisolo le había reconocido que no había leído la novela y que había promovido la versión francesa en la editorial Gallimard por presiones de terceros. No era cierto. El mismo Goytisolo desmiente a Morán en un artículo de 2005 en el suplemento Culura/s de La Vanguardia. Las afirmaciones de Morán sublevaron a numerosas nombres de la cultura y las letras, entre otros no pocos columnistas de La Vanguardia.

El 4 de marzo anterior equiparó el referéndum de autodeterminación con "la fórmula favorita de Franco (...) porque (...) los referéndums que montas tú, los ganas tú", entre otras expresiones puntiagudas que levantaron otra nueva polémica.

Gregorio Morán (Oviedo, 1947) estudió en la Escuela de Arte Dramático de Madrid. Militó en el Partido Comunista de España, que abandonó en 1976. Estuvo un tiempo exiliado en París. Al regresar a España colaboró en publicaciones como Mundo Obrero i Cambio 16. Desde 1988 escribía en La Vanguardia la columna "Sabatinas intempestivas". Sus dos últimos libros son La decadencia de Cataluña contada por un charnego (2013) y El cura y los mandarines (2014).