El periodista Vicent Sanchis relevará a Jaume Peral en la dirección de TV3. El consejo de gobierno de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) ha nombrado a Sanchis (Valencia, 1961) este lunes. Peral (Figueras, 1960) ocupaba el cargo desde febrero de 2016, apenas hace trece meses. Deja el cargo "por motivos personales".

La designación de Sanchis llega en un momento tenso para la televisión pública catalana, tanto respecto a su presupuesto y organización como por la programación en general y la línea de los informativos en particular. Las cosas no marchan muy bien en ninguno de estos frentes. El periodista valenciano tendrá que lidiar una corrida complicada.

Audiencia a la baja

En el frente de la audiencia, los datos engañan. TV3, por séptimo año consecutivo, es líder de audiencia en Catalunya sólo por una décima, con una media del 11,4% del público, gracias a su tremendo liderazgo en informativos y las retransmisiones del Barça. Los dos primeros meses de 2017, sin embargo, ha ido a remolque de Telecinco y d'Antena 3. No parece que esas cifras vayan a mejorar a corto plazo.

La tele pública catalana viene de una audiencia del 26,3% del año 2000. En los últimos diez años, TV3 ha pasado de competir con ocho canales a hacerlo con 38, con una estructura mal equipada –grande, cara y lenta de reflejos– para enfrentar el cambio brutal en los hábitos de consumo de los usuarios, volcados en internet y a ver tele fuera de la tele (móviles, ordenadores...) y de la programación (Netflix, ...).

Estas condiciones perjudican la operación comercial de la cadena pública, que también se financia con publicidad pese a las presiones de las competidoras privadas al gobierno para que la CCMA renuncie a la publicidad por ley. Eso hizo el gobierno de Jose Luis Rodríguez Zapatero con TVE, que ya no emite anuncios a costa de engordar su déficit.

Por si fuera poco, los presupuestos de Telecinco y de Antena 3, las competidoras directas, casi triplican a los del canal público catalán, con ingresos por publicidad y aportaciones públicas en descenso desde 2009. Además, ambas cadenas privadas son propietarias de la central de compras que controla el 85% de la publicidad que se emite en el Estado español –menos en Catalunya, donde TV3 es su piedra en el zapato.

Quejas por los informativos

La línea de los informativos es una batalla permanente, tanto entre los grupos políticos como en la interna del consejo de gobierno de la CCMA. El último incidente se produjo la semana pasada en el Parlament, donde Junts pel Sí se quejó de que los informativos de TV3 recogieran, sin citar el origen, la historia de El Mundo que contaba que Artur Mas estaba implicado en la trama del 3%.

"¿Por qué no se cita la fuente?", preguntó el diputado Jordi Cuminal, del PDeCAT. "¿Por qué el diario El Mundo tiene querellas por injurias, demandas por mentir y se ha demostrado que es un diario que publica mentiras?", inquirió. Peral alegó que la información procedía de la redacción de TV3.

Esta cobertura informativa tuvo mucha repercusión negativa en las redes. Esta serie de tuits es una buena muestra:

Este incidente es solo el último. En el otro lado del espectro político, las quejas son moneda ordinaria desde siempre. En la última reunión de la comisión correspondiente del Parlament, la oposición atribuyó el descenso de audiencia a "la falta de pluralidad política y temática". Estos grupos insisten en que la televisión de Catalunya es "la tele del procés" y no pierden ocasión para echarle la caballería encima, como cuando Empar Moliner quemó una Constitución en directo o por la cobertura del juicio del 9-N, etcétera.

El presupuesto

De puertas adentro, la gran batalla de TV3 son sus cuentas. En 2010 su presupuesto sumaba 457 millones de euros. En 2016 cayó a 303 millones, un 34% menos. De este dinero depende que TV3 cumpla sus finalidades: informar del mundo con mirada catalana, ser motor del sector audiovisual en Catalunya y herramienta básica de la normalización de la lengua catalana.

Todos están de acuerdo en que TV3 necesita más recursos. En enero, el sector audiovisual presentó el manifiesto 'Més TV3!' que reclama más dinero para contenidos en la cadena. Igualmente, el Libro blanco del Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) aboga por destinar 137 millones anuales más a TVC, sobre todo para ficción. Sin TVC, el resto del sector audiovisual, compuesto sobre todo por pymes, apenas malvive.

El mismo Jaume Peral había pedido 19 millones más para mejorar la parrilla, que es la misma desde el 2009. Peral justificaba en el Parlament esta petición con la apuesta estratégica de la cadena: revisar a fondo la programación y construir una nueva oferta más competitiva y que acerque TV3 a públicos más ausentes, como los jóvenes o la población urbana.

Una estructura pesada

TV3 tiene más de 2.000 trabajadores y las mejores condiciones laborales del sector, tanto por salarios como por horarios. El actual consejo de la CCMA no ha logrado poner al día toda esta macroestructura, diseñada en los años ochenta. Al contrario. El último contrato programa firmado con el gobierno catalán establecía que se destinaría a sueldos y salarios un máximo del 35% del presupuesto de la CCMA. Tres años después, esta partida consume el 53% del presupuesto.

Para los gestores de TV3, este exceso implica restar recursos a la producción de programas y a marketing, que es donde se juega el liderazgo.

Es un terreno complicado. A finales del 2016, la CCMA tuvo que pedir al gobierno once millones más para cerrar el año, un extra obligado por una sentencia del Tribunal Supremo a raíz de la demanda de los empleados que no aceptaron la rebaja del 5% del sueldo que se aplicó al resto de trabajadores públicos. Su convenio los protege mejor.

El nuevo director

Sanchis, perro viejo, tendrá que lidiar con todo. Es periodista por la Universitat Autònoma de Barcelona y doctor en Comunicación por la Universitat Ramon Llull, de la que es profesor.

Ha sido director del semanario El Temps; director del diario El Observador (1990-1993) y director de Avui (1996-2007). En 2008 fue nombrado director de contenidos del Grup Cultura 03, donde trabajó en el proyecto que después sería el diario Ara. Entre enero de 2009 y 2010 dirigió Barça TV. También ha sido director y guionista de varios programas de Televisió de Catalunya, como Stromboli, Cosí Cosà y Pares i fills.

Desde el 2012 es director del semanario El Temps. Hace pocos meses lo nombraron director adjunto del digital El Món. Escribe columnas en El Punt Avui y El Món y participa en las tertulias de programas como L'Oracle o El món a RAC1. Ha sido director general de la Fundació Catalunya Oberta, de talante liberal. Sanchis fue también vicepresidente de Òmnium Cultural. Tiene varios libros, por uno de los cuales, Valencians, encara, recibió el premio Carles Rahola de ensayo en 2009.