Miguel Ángel Parra, Iván Ledesma y Jandro González acaban de publicar el cómic La vampira de Barcelona. Se trata de un álbum basado en la historia real de Enriqueta Martí, "la vampira del Raval", a la que algunos consideran la mayor asesina en serie que ha habido en Catalunya. Martí fue detenida, en 1912, porque tenía una niña secuestrada. En su casa se encontraron unos huesos sospechosos, que algunos forenses consideraron humanos. Se la acusó de asesinar a un alto número de niños con el fin de hacer ungüentos para curar enfermedades de miembros de la alta sociedad. El caso nunca se acabó de aclarar, porque Martí murió de un cáncer en la prisión, al cabo de poco tiempo de ser encarcelada, y porque el proceso judicial chocó con numerosos obstáculos. Los barceloneses atribuyeron a la "Vampira del Raval" un altísimo número de asesinatos, pero se creía que actuaba a sueldo de las corruptas élites locales.

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¿Qué les llevó a interesarse por este caso?

M.A.P. En 2006 salió enEl País un artículo de Pedro Costa dedicado al personaje de Enriqueta Martí, que hasta entonces había estado bastante olvidado; y a partir de aquí hubo mucha gente que se interesó por él. Nosotros empezamos en aquel momento con el proyecto, que ha pasado por muchas fases. La primera propuesta era para hacer un guion de cine. Pero no conseguimos sacar adelante el proyecto, y decidimos reconducirlo hacia un guion de cómic.

J.G. Yo me interesé por el tema en 2012, en unas charlas que hicieron en el Màgic con motivo del centenario del caso. Empecé un proyecto en solitario sobre el personaje, y cuando conocí el proyecto de Miguel Ángel e Iván decidimos fusionarlos.

¿Habéis olvidado el proyecto de la película?

I.L. No hemos renunciado a hacer una película. Quizás con el cómic el tema tome impulso y puede volver a salir la posibilidad de sacarlo adelante.En realidad, lo tenemos preparado como guion de cine y también como miniserie.

Intentan ser muy realistas, hasta el punto que dejan muchos puntos del caso por aclarar. ¿Por qué no hacer una obra de ficción?

M.A.P. Ficción sobre el tema ya se ha hecho. Hay mucha gente que ha trabajado el aspecto negro o misterioso del caso, como Marc Pastor. Nosotros estábamos más preocupados en reflejar lo que realmente pasó. Hay parte de los diálogos que son transcritos literalmente de las declaraciones de la protagonista ante la policía.

Las cosas más surrealistas del cómic son reales

¿Qué tiene de real y qué tiene de fantástico este cómic?

I.L. La gran mayoría es real. Hay algún elemento de ficción aislado: por ejemplo hemos fusionado a algunos personajes para hacer la historia más comprensible. O hemos hecho coincidir el día en que se hundió el Titánic con la muerte de Enriqueta, que en realidad se producen con unos meses de diferencia. Pero las cosas más surrealistas del cómic son reales. Incluso las secuencias más absurdas, como el hecho de que el marido de Enriqueta comiera el alpiste de los pájaros es real. Lo dijo en su declaración a la policía y lo reflejaron los periódicos de la época... Hay cosas de película en el cómic que son reales... Se puso en arresto domiciliario a un par de personas de la burguesía que protegieron a Enriqueta, pero nunca se publicó su nombre. Probablemente no sabremos nunca quiénes fueron.

J.G. Cuando yo pinté la historia me interesó que los personajes fueran muy reconocibles. Usé las fotos de los periódicos para inspirarme. Enriqueta Martí, Angelita, el marido, el juez... Intento que todos ellos se parezcan a cómo eran los personajes en realidad.

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¿Reconstruyen la historia de Enriqueta Martí con todo detalle?

J.G. La Vampira de Barcelona gira más en torno al caso del Arrabal que en torno a su protagonista. Nuestra historia empieza con el secuestro de la niña y acaba con la muerte de Enriqueta, porque lo que nos interesa es el caso, lo que los diarios de la época explicaban, lo que a la gente le preocupaba.

Dos forenses catalanes que dictaminaron que los huesos encontrados en el piso de Enriqueta Martí eran de niño; más tarde vinieron unos forenses de Madrid que aseguraron que eran de animal

El caso, a pesar de todo, es muy confuso, ¿no?

I.L. La confusión es total. Hay informes de dos forenses catalanes que dictaminaron que los huesos encontrados en el piso de Enriqueta Martí eran de niño, y lo explicaban de forma muy clara y detallada. No se sabe cómo, más tarde vinieron unos forenses de Madrid que dijeron que no y aseguraron que eran huesos de animal. Eso suena muy actual.

En el cómic se apunta que hubo mucha corrupción en este caso...

M.A.P. Mucha. La casa de Enriqueta estaba vigilada por policías, pero entraron a robar dos veces y se dice que pusieron allí objetos para incriminarla.

I.L. Nosotros creemos que alguien, en algún momento, decidió que no se podía tapar el escándalo y que había que convertir a Enriqueta Martí en el chivo expiatorio. Había que incriminarla. No pensamos que fuera inocente, pero tampoco que fuera la única culpable. Ella era parte de una mafia que se dedicaba a actividades mafiosas, no sabemos ni qué alcance tenía ni qué hacían exactamente (hay quien habla de prostitución de menores, pero también se apuntaba a que hacía ungüentos con los cuerpos de los niños para curar a los ricos...). En un primer momento a Enriqueta Martí la defendieron: le contrataron abogados caros, en la prisión le dieron una celda especial (de "distinguida"), de pago... Alguien pagaba todo eso. Detrás de la "vampira" había alguna cosa. Pero nosotros no garantizamos nada. Lo dejamos todo en el aire. Nosotros no estamos seguros de nada. Hacemos una dramatización en cómic de las noticias de la época.

Había miedo a lo que podía generar este asunto, especialmente tres años después de la Semana Trágica

¿Porque creéis que se tapó este caso?

M.A.P. Yo creo que estuvieron a punto de tocar alguna cosa muy fuerte. El caso provocó una gran perturbación en la ciudad. Había miedo a lo que podía generar este asunto, especialmente tres años después de la Semana Trágica. Los ánimos estaban muy caldeados. Se temía una insurrección. No convenía que Enriqueta tirara de la manta y destapara la implicación de gente importante.

¿En un caso tan incierto, cómo decidieron qué incluir y qué no en el cómic?

I.L. Mayoritariamente nos centramos en los diarios de la época, del archivo municipal. Ofrecían mucha información. Los diarios se vendieron mucho en aquel momento, porque el caso interesaba mucho, y salían informaciones en las sucesivas ediciones. Fue el gran tema de información hasta que naufragó el Titánic (a partir de este momento el caso de la Vampira desapareció de los diarios). También nos hemos documentado con los libros publicados sobre el tema, pero menos. Nos hemos ceñido mucho a lo que decían los testigos, y no en los rumores; sólo incluimos imágenes de un crimen, porque es lo que explica la niña secuestrada en sus declaraciones...

Enriqueta Martí tenía una lista que era como la de "M. Rajoy"

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¿Qué piensan de los estudios que afirman que Enriqueta Martí no era una asesina?

M.A.P. No estamos de acuerdo con ellos. Nosotros no decimos que no sea inocente de algunas cosas de las que se la acusaba. Pero está claro que no se dedicaba a negocios legales. Enriqueta había sido detenida por tener un prostíbulo de niños en la calle Minerva, un par de años antes, y había sido liberada poco después. No era una pobre mujer inocente. Qué hacía, no lo sabemos seguro. Nosotros dejamos el caso muy abierto, no queremos ser tajantes. Sólo tenemos las declaraciones de Enriqueta, de la niña secuestrada y de la gente que las rodeaba. Eso sí, creemos que no era tan importante perseguir a Enriqueta, como a los que eran los malos de verdad, aquellos que no fueron nunca identificados ni juzgados. Enriqueta tenía una lista de clientes, que la policía y los jueces vieron, pero que se ocultó. Probablemente la "Vampira" lo usaba para su seguridad, para presionar a sus clientes. Era como la lista de M. Rajoy.

En el álbum explican que Enriqueta Martí llevaba doble vida.

M.A.P. Sí. Durante el día se vestía de pobre, se ensuciaba la cara con carbón e iba por las prisiones con una niña a pedir las sobras del rancho. De noche, vestía de forma muy elegante y la venían a buscar en coches de caballos. Iba a los lugares más elegantes de la ciudad: al Liceu, en el Casino de l'Arrabassada... Tenía relaciones con gente rica. Además, disponía de varios pisos, algunos de ellos de propiedad. En la casa donde vivía más, en la calle Ponent, tenía una habitación oculta. Tenía pasta, eso es seguro...

El hilo conductor de la obra no es tanto la vampira como el juez íntegro que quiere desenmascarar a sus cómplices. ¿Por qué?

I.L. Cuando nosotros hicimos el estudio del caso nos encontramos con qué hubo varios jueces: los dos primeros dejaron el caso, y el tercero se centró en él. Era alguien que se dedicaba muy seriamente al asunto; estuvo presente en la investigación, físicamente; incluso inspeccionó los pisos de Enriqueta... Pero también hay elementos que nos ayudan a dramatizarlo: sufrió amenazas, hubo un incendio en su piso, su mujer se puso enferma... No sabemos si todo eso estaba relacionado con el caso o no... Pero teníamos que tener un personaje moral, recto, en medio de tantos personajes degenerados y de tantos individuos que se dejaban intimidar por los poderosos. El juez era un personaje muy interesante.

La separación de poderes, que ahora es inexistente, entonces ni se disimulaba. El rey hacía y deshacía a su gusto

La justicia no queda nada bien en la obra. ¿Fue tan escandaloso el caso?

I.L. La justicia, en la épopca, era fatal. Era una época muy convulsa, complicada, porque la separación de poderes, que ahora es inexistente, entonces ni se disimulaba. El rey hacía y deshacía a su gusto. Este caso podría haber provocado una caída de jueces en cadena, como la Gürtel. Este cómic ahora es superactual. Los mangoneos de la burguesía ya se vienen haciendo desde hace cien años.

Pintan una Barcelona tenebrosa, frente a las visiones idílicas de la Barcelona del modernismo.

M.A.P. Era una ciudad violenta. Tenía que ser horrible. Yo la definiría como antisocial. Hacía sólo tres años de la Semana Trágica. Había represión, y grandes bolsas de marginalidad. Y, además, teníamos las levas, una máquina de triturar carne, a los jóvenes los enviaban a la guerra de Marruecos. En aquellos momentos el Raval era un lugar de gran pobreza. El Raval se vaciaba durante el día, porque hombres y mujeres se marchaban a trabajar, y los niños se quedaban solos, allí, al lado de un puerto muy conflictivo. Los niños corrían muchos riesgos.

¿Qué papel jugó en esta historia José Millán Astray, padre del fundador de la Legión?

I.L. Millán Astray, el padre del fundador de la Legión, fue enviado a Barcelona después de la Semana Trágica. Era un individuo brutal. Hacía unos comentarios hiperracistas: siempre acusaba a los gitanos y los amenazaba. Cuando sucedieron los primeros secuestros de niños, Millán Astray se limitó a destruir los campamentos de gitanos. Evidentemente, no sirvió de nada. Y más tarde, después de la detención de Enriqueta, intentó tapar el caso para proteger a los implicados...

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¿Cómo se decide de dibujo qué tipo hay que hacer para un cómic así?

J.G. Bien, en realidad este es el estilo que yo acostumbro a hacer. Hay quien tiene la idea que este tipo de historias se tendrían que pintar en blanco y negro. Pero yo creo que ya era hora de ver a Enriqueta y estos personajes más coloridos. He intentado que fuera una historia moderna, que se viera actual. Me resultó difícil trabajar el color, pero al fin encontré la solución. Uso las tonalidades ocre para dar imagen de historia pasada, antigua... y uso los tonos azules en los flashbacks.... Sólo uso tonalidades claras para el día soleado en que entierran a Enriqueta.

Al cabo de diez días de la muerte de Enriqueta ya volvía a haber niños secuestrados

¿La muerte de Enriqueta supone el fin del conflicto?

I.L. ¡Qué va! Su detención y muerte mitigaron el escándalo. Pero siguió habiendo casos. Al cabo de diez días de su muerte ya volvía a haber niños secuestrados.

J.G. De hecho, yo creo que estos casos han continuado hasta hoy en día.