El periodista vasco Ander Zurimendi, muy vinculado a Catalunya, ha publicado en Pol·len Edicions una novela, Recoja sus cosas, sobre la salida de prisión de los etarras que han sufrido largas condenas. Zurimendi, vinculado a la izquierda abertzale, considera que se trata de una obra de periodismo literario, porque parte de una serie de entrevistas en profundidad con excarcelados, que transforma en una narración con diálogos y con personajes, que explica hechos inspirados en los reales. Zurimendi ha presentado su libro en Barcelona, acompañado de los ex presos Fernando Etxegarai e Iñaki Zugadi, que han colaborado con él en la preparación de este libro y que son miembros del colectivo de presos Harrera, que intenta facilitar la reincorporación a la sociedad de los que han salido de la prisión.
El autor entre sus colaboradores Fernando Etxegarai e Iñaki Zugadi.
Cerrar heridas
Zurimendi asegura que una novela es una vía para intentar que el lector empatice con los protagonistas; piensa que a través de una historia que llega a la piel, la persona puede traspasar las barreras que dividen a la sociedad vasca y que deben irse derribando para construir la paz. Afirma, pues, que no es un libro destinado a los simpatizantes de la izquierda abertzale, sino justamente espera que lo lean los que no comparten su ideología, para ayudar a que entiendan su experiencia: "Querría que los que sentían rechazo lleguen a sentir empatía". Afirma que le gustaría que su obra "fuera una pieza más en la memoria del conflicto vasco, como lo es Patria o lo son las novelas de Bernando Atxaga, que ayudan a construir una memoria colectiva y plural".
¿El momento?
Zurimendi ha asegurado que recoger a los testimonios para este libro ha sido más fácil de lo que esperaba: "Yo tenía una idea preconcebida de que me iba a encontrar con unos individuos agresivos, que no querrían transmitir nada, que estarían a regañadientes". Apunta que su sorpresa es que se encontró con "gente que tenía muchas ganas de hablar". Asegura que es posible que hace unos años habría sido más difícil, porque las cosas estaban "más a flor de piel", pero afirma que las cosas están cambiando muy rápido, con la aparición de cómics como Ballenas o novelas como Patria. El autor afirma que este libro no tendría que ser polémico, pero que puede recibir críticas, porque "la derecha española considera que es un sacrificio hablar de estos temas".
El regalo de cada día
Fernando Etxegarai afirma que el libro refleja muy bien sus vivencias y su salida de prisión tras una larga condena. Y explica que la sensación de libertad es indescriptible: "Cada día en la calle es un regalo". Afirma que "La libertad es grandiosa", y que no le puede entender nadie que no haya estado encerrado tanto tiempo. Pero a pesar de todo, considera que la libertad también es traumática: "Sales a un mundo que es veintitantos años diferente que el que dejaste. Eres un niño que está naciendo, en la tecnología, en las relaciones humanas... Nosotros convivíamos durante años con dos o tres personas. Ahora te ves inmerso entre mucha gente. Vuelves a nacer y llegas a dudar de si puedes volver a vivir con cierta normalidad".
Un mundo diferente
Etxegarai explica que al salir de la prisión, quién ha estado encerrado mucho tiempo tiene problemas de todo tipo: "La gente ya no es la que dejaste. Los amigos de juventud son padres con hijos. Las posibilidades económicas que tenías ya no existen: eres un pobre de solemnidad, no tienes trabajo, no tienes perspectiva de tener una jubilación. Y si tienes familia tienes que reconstituir tus vínculos con ellos. Hay que afrontar esta realidad, y no es fácil.
Nueva doctrina Parot
Iñaki Zugadi asegura que el gobierno español está cometiendo una nueva ilegalidad al hacer cumplir las penas máximas íntegras a etarras que ya habían cumplido condena en Francia por delitos asociados a los que los llevaron a ser condenados a España. De esta forma, se hace cumplir 30 años de prisión a algunos miembros de la banda que ya han pasado 7 o 10 años encerrados en Francia por asociación de malhechores o por tenencia de armas. Asegura que las leyes europeas impiden estas prácticas y que los tribunales europeos acabarán por obligar a derogar lo que califica de "Nueva doctrina Parot". Una doctrina que conoce bien porque él mismo fue mantenido en la prisión dos años más de los que tendría que haber estado. Y apunta que para liquidar el conflicto vasco hay que cerrar cicatrices, y afirma que el gobierno español está actuando, como vencedor, con mucha dureza.