Después de 10 meses de restauración, uno de los principales símbolos de Roma vuelve a lucir en su máximo esplendor. La histórica escalinata de la plaza Espanya ha reabierto este jueves el paso a todos los visitantes de la capital italiana. La reforma ha sido financiada con fondos privados gracias a la firma romana Bulgari, que ha invertido un millón y medio euros.

Este monumento del siglo XVIII cuenta con 135 peldaños que se habían estropeado a causa de actitudes incívicas y también por la masiva afluencia de turistas. En la reforma participaron un total de 82 trabajadores para llenar las grietas y corregir los desperfectos.

Por su parte, las autoridades municipales han insistido en hacer un llamamiento a la colaboración ciudadana para hacer un buen uso de la escalinata. La propia alcaldesa de la ciudad, Virgina Raggi, ha pedido "responsabilidad para volver a hacer de Roma una gran capital europea con un nueva manera de vivir".

De hecho, este debate sobre la conciencia del patrimonio histórico ya se puso en entredicho durante la restauración. El presidente de Bulgari, Paolo Bulgari, había planteado en primera instancia que la escalinata permaneciera cerrada durante las noches para evitar agravar el deterioro. No obstante, el director ejecutivo de la marca, Jean-Christophe Babin intercedió en la discusión asegurando que a partir de ahora la gente sería más "cuidadosa".