Alfaguara presenta El libro de los Baltimore (en catalán en La Campana), la última novela del suizo Joël Dicker, autor que obtuvo un gran éxito por todo el mundo y en Catalunya con su anterior novela: La verdad sobre el caso Harry Quebert. La edición en francés de El libro de los Baltimore, publicada a finales del año pasado, se vendió muy bien y los derechos ya se han comprado para muchas lenguas.

Clásico y mesurado

Joël Dicker no pretende realizar innovaciones en el arte de la escritura. Se limita a sobresalir en modelos de eficacia probada. Se destaca con una estructura narrativa bastante esquemática: maneja unas pocas incógnitas que se resolverán a medida que avanza el libro. Pero Dicker administra de forma magistral los tempos de la trama y recorre a una serie de flashbacks bien colocados con el fin de mantener la tensión narrativa.

Solidaridad

Los temas básicos de El libro de Baltimore motivan a cualquiera: la solidaridad, el amor, la envidia... Dicker trabaja sobre situaciones cotidianas, con las que cualquier lector puede identificarse, pero las lleva hasta el extremo. El libro de los Baltimore gira, sobre todo, entorno a una solidaridad juvenil. Dos primos, el chico acogido por la familia de uno de ellos y dos hermanos, establecen unos fuertes vínculos de amistad: van juntos por todas partes, comparten sueños, diseñan un futuro en común... Una juventud de felicidad, pero que se ve afectada soterradamente por los sentimientos de rivalidad y de envidia que a veces sacuden la relación entre los protagonistas.

Amor

El libro de los Baltimore contiene, inevitablemente, una historia de amor. Una historia difícil, porque, como tantas cosas en este grupo de chicos, el objeto del deseo es compartido. No se puede salvar al mismo tiempo el amor y la solidaridad del grupo: inevitablemente hace falta que haya alguna ruptura por algún lado. Y la rivalidad amorosa supone el primer escollo que erosionará esta amistad juvenil. La felicidad es extremadamente frágil, y bien difícil de mantener.

Riqueza

El narrador de El libro de los Baltimore forma parte de la rama pobre de su familia. Eso no quiere decir que pasen hambre ni que vivan bajo un puente. El protagonista forma parte de una familia de clase media-alta. El problema, para él, es que la otra rama de la estirpe es terriblemente rica. El joven se avergüenza de sus padres, que no le pueden ofrecer las comodidades que ofrecen sus tíos a sus primos, y también se avergüenza de su propia identidad. La relación filial, así, queda contaminada por la relación económica. Pero a lo largo de la novela iremos descubriendo que no es sólo el narrador el que sufre tensiones familiares por cuestiones económicas. Una advertencia sobre los problemas asociados a las desigualdades sociales.

Tempus fugit

Esta novela es un canto a la juventud perdida. Pero los protagonistas pierden mucho más que la juventud con el paso del tiempo. El libro de los Baltimore es, también, un grito de atención sobre lo efímero de las cosas. Los ricos se arruinan, los pobres se enriquecen, los amigos se separan, los más sólidos matrimonios se distancian, los más prometedores estudiantes no se salen... Y, en cambio, relaciones que parecen destruidas se recuperan, algunos pobres se enriquecen... Pero, en esta historia, lo que predomina es la crisis: el ideal juvenil se hunde sin remedio, y al hundirse acaba revelando que ni siquiera era tan ideal como parecía.

Distraída y ágil

No hay que asustarse por el volumen de páginas de El libro de los Baltimore. Joël Dicker es un narrador fácil, que sabe desgranar una historia con facilidad. Una historia quizás excesivamente evidente y cómoda, pero en cualquier caso sólida. Una lectura idónea para llevársela en la playa.