La portada de papel de La Razón de este jueves ha durado cerca de seis horas, el tiempo que media entre la llegada de los diarios al quiosco y el desmentido del president Puigdemont minutos antes de mediodía. El titular principal del tabloide madrileño dice: "Miembros del Govern piden a Puigdemont romper con la CUP y renunciar al referéndum". El president ha sido tajante: "No tiene ningún fundamento en la realidad".

Basta leer el texto para darse cuenta de que está fabricado. De entrada, la segunda parte del titular ("renunciar al referéndum") no aparece en el cuerpo de la información. Era fácil inventarse otra fuente anónima que lo confirmara o que lo dijera directamente el/la mismo/a redactor/a. Todo el texto está plagado de una y otra cosa, otra más no le haría ningún daño. Es cosa importante eh: el referéndum es el filet mignon del programa de Junts pel Sí y de la hoja de ruta secesionista. ¿Sale en el titular y no se explica en el texto? Raro, raro, raro.

Otro indicador de que estamos ante una fabricación es el largo párrafo introductorio que no va derecho a la noticia, sino a calentar y ablandar al lector para que crea todo el que se le quiera decir en los siguientes párrafos.

Es una técnica conocida. La temperatura se aumenta encadenando en pavorosa espiral todo tipo de hechos dramáticos (inventados o desfigurados, qué más da) descritos con ardientes expresiones: "la gota que colmó el vaso", "las amenazas de los antisistema", "en pleno incendio", "ha levantado todas las alarmas" (¿se bajan las alarmas?), "crisis sin precedentes" (¿y la del tripartito tras el referéndum del Estatut?), "plantea ya abiertamente la ruptura", "ha cerrado filas", "afea sin ambages", "órdago en toda regla", "a los pies de los caballos". Todo este repertorio sólo en el primer párrafo.

Claro, no sólo llegas al segundo párrafo sin aliento, sino también con el deseo de que te pasen una dosis todavía más fuerte. No se trata de nada concreto, pero si acto seguido te dicen que el Govern de la Generalitat en pleno se ha encerrado en el Palau, armado y en huelga de hambre, imitando a los davidianos de Robert Koresh en Waco, pues te lo crees. Es lógico.

La Razón también quiere hacer ver que a estos consellers anónimos los ha asustado la suspensión de las resoluciones del Parlamento en favor del proceso constituyente y el referéndum. Al margen de que la reunión del Govern se celebró el día antes de la decisión del Tribunal Constitucional, todos los hechos conocidos hasta ahora (estos, estos y estos) indican más bien lo contrario. Incluso la gente de Sí Que Es Pot ha defendido a los Mossos y al conseller.

Etcétera.

¿Qué sentido tiene, pues, fabricar una portada así, que se ve a kilómetros que es un cuento? Pues el mismo que los centros de Sergi Roberto al área: que alguien de su mismo equipo marque gol. Se trata de provocar que la bola aparezca en todas las ruedas de prensa y comparecencias del Govern en forma de pregunta, cosa que le gana cierta legitimidad. De ahíi salta a las tertulias y columnas, donde se especula por encima de las posibilidades del tema, y toma cuerpo hasta que se incorpora al argumentario: el Govern está dividido.

Este jueves hemos entrado en la segunda fase. ¿Quién ha pedido explicaciones sobre "la crisis sin precedentes" al President Puigdemont este jueves por la mañana? Antena 3 TV, propiedad del mismo grupo (Planeta) que La Razón. El diario apunta y la tele dispara. Son geniales.