Tal vez es el tuit que mejor capta la zarabanda que en torno a los juicios del 9-N tocan muchos medios y repica gran parte del kommentariat madrileño —en el sentido del "Madrid (concepto)" de Iu Forn):

La clave hermenéutica, el modo de interpretar estos juicios, es exactamente este: la justicia española nunca condenaría a nadie por promover sus ideas o la participación de la ciudadanía. El País lo resume en el subtítulo del editorial de este martes: "El tribunal condena a Mas por desobedecer, no por 'poner las urnas'". Otra manera de decirlo es que en ausencia de violencia se puede hablar de todo. Esta fórmula, sin embargo, ha caído en desuso, pues es muy comprometido utilizarla con los catalanes, que hasta ahora nunca han roto un plato, además de que en la práctica no funciona y, de hecho, no se puede hablar de todo.

Bien. Tras muchas semanas de llenarse la boca con la apelación a la paz y la palabra, como Blas de Otero, la realidad acaba por escaparse a la portada: Inhabilitación en el soberanismo, titula este martes La Razón, el diario más próximo a la Operación Catalunya del exministro Jorge Fernández Díaz.

En realidad no han inhabilitado al soberanismo, sino a Artur Mas, a Joana Ortega y a Irene Rigau. Pero para La Razón da igual: el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha condenado la idea, el soberanismo, y no a las personas. Peor aún, el titular da la razón a los que dicen que los juicios del 9-N tienen más que ver con la política que con la justicia. La justicia, parafraseando a Margaret Thatcher, es como una mujer (o un hombre): si tienes que decir que lo eres, no lo eres.

Bueh. ¿Qué podía esperarse de un diario que encarga el perfil de Artur Mas al exjefe de prensa de José Montilla cuando era ministro, primero, y presidente de la Generalitat, después? Ni siquiera escribe bien el nombre del expresident (no es Gabarró sino Gavarró).

Debe ser un lapsus, quizás freudiano. Se les ha escapado. O no. Ya se sabe: de la abundancia del corazón habla la portada. O dicho de otra manera, la portada es el espejo del alma. Sea lo que sea, el diario sabía mucho de este juicio del que ya había hecho un spoiler desde el primer día de la vista: