Enrique Tomás, el fundador de la famosa cadena de "jamonerías", expone sus secretos para los no iniciados en el mundo del jamón en el libro Jamón para dummies, publicado por el Grupo Planeta en su colección "Para dummies". Un libro que, según Tomás, habla, básicamente, "sobre el placer". Y lo hace de forma extremadamente didáctica, como lo establece la línea editorial de esta colección: con un esquema muy sencillo, con muchos cuadros, con advertencias, con recordatorios, con mapas, con muchas imágenes... Un libro pensado para principiantes, pero que seguro que explicará también muchas cosas a los que se las dan de expertos en jamón.
2.800.000 jamones ibéricos por año
El jamón no es un bien interminable. Y el jamón ibérico todavía menos. En realidad, según Enrique Tomás, no se pueden producir más de 1.400.000 jamones ibéricos y 1.400.000 paletillas ibéricas por año. No es un límite legal. Es una cuestión de bellotas. Con las bellotas disponibles en los bosques del Estado español sólo hay para criar 700.000 cerdos. Y con 700.000 cerdos se hacen 1.400.000 jamones y 1.400.000 paletillas. Son puras matemáticas. Lo que Enrique Tomás, gran experto en jamones, no puede explicar es cómo se pueden vender 4.000.000 de jamones y paletillas ibéricos cada año.
Contra los malentendidos
Enrique Tomás denuncia que hay un montón de teorías erróneas sobre el jamón, y por eso su libro no se dedica sólo a dar consejos, sino también a clasificar qué hay de cierto y qué hay de falso en la cultura popular que rodea al jamón. ¿Hay que cubrir el jamón con su propia grasa? ¿El color de la pezuña importa? ¿Cualquier tipo de cerdo sirve para hacer un buen jamón? ¿Se puede congelar el jamón? En un aperitivo, ¿se sirve a tacos o a lonchas? ¿Cualquier cuchillo sirve para cortar un jamón?
Erudición que no recarga
Tomás se mueve con comodidad por la cultura del jamón: en Jamón para dummies nos habla de su historia, del papel que tiene en la literatura, de la afición por el jamón de personajes célebres, de la existencia de jamones curados en otras partes del mundo... Pero lo hace de forma sencilla, muy comprensible... No piensa tanto en impresionar como en ofrecer facilidades a sus lectores para obtener el máximo provecho del jamón y exprimir de él el máximo placer. E incluso, al final, incorpora un recetario de platos hechos con jamón. Aunque, en realidad, Enrique Tomés recomienda, más bien, tomar el jamón con jamón (ni siquiera recomienda acompañarlo de vino).
Muy práctico
Pero más allá de la erudición, Enrique Tomás da consejos muy prácticos: dónde comprar el jamón, qué cantidad comprar, como conservarlo, como cortarlo... Algunas orientaciones son tan sencillas, y tan esenciales, como explicar qué quieren decir los términos que aparecen en la etiqueta, o aconsejar que si no se consume mucho es mejor comprarlo envasado al vacío que en jamones enteros. Y para el que no sea capaz de leerse las 159 páginas del texto siempre puede recurrir al decálogo que figura al final. En sólo 3 páginas encontrará consejos clave sobre cómo escoger, conservar y cortar el jamón.